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El reciente designado ministro de Educación, Ricardo Zárate, fue cuestionado luego de haber tomado una postura elusiva sobre el enfoque que la educación debería tomar con respecto a la dictadura de Alfredo Stroessner. Dijo que “la historia tiene que ser objetiva en el relato de Stroessner” y agregó -entre otras cosas- que “Stroessner fue el presidente de 1954 a 1989, que gobernó el Paraguay con mano fuerte y dura, con muchos aciertos y muchos errores”.
En comunicación con ABC Cardinal, el historiador Herib Caballero refirió que “lo que más me llamó la atención de la intervención del ministro fue justamente lo que él piensa que es la historia, que dice que va cambiando, que se basa en opiniones y que hoy no hay posibilidad de hacer un balance justo sobre el régimen stronista”.
“Eso es preocupante porque historia es una de las disciplinas que se estudia desde el primer grado hasta el tercero de la media; entonces, si desde la cartera de Educación se considera que lo que se está enseñando dentro del plan de estudio no sería científico, habría que repensar lo que estamos haciendo, eso desde ese punto de vista más técnico y conceptual”, agregó.
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No hay dudas para el Estado de que fue dictadura
También refirió que este tipo de cuestionamientos se generan cuando un propio alto funcionario del Gobierno niega lo que el Estado asumió sobre el stronismo a través de la Comisión de Verdad y Justicia -encargada del análisis histórico de dicha gestión- que refirió que Stroessner violó derechos humanos y procedimientos legales, por lo que -indicó- no fue solo un mandatario “de mano dura”, como se limitó a señalar Zárate.
Agregó que para el Estado paraguayo no hay dudas de que el stronismo fue una dictadura y que evidencia de ello es la indemnización a las víctimas. “Cuando un funcionario del Estado niega eso que el propio Estado dice sobre el régimen de Stroessner genera este tipo de reacciones”, declaró.
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La historia y el stronismo
Con relación al señalamiento del ministro de Educación de que “la historia debe ser objetiva en el relato de Stroessner”, Caballero indicó que “el trabajo de la historia no se trata de poner blancos y negros, de clasificar lo bueno y malo” y agregó que esta disciplina “no tiene que absolver a nadie”.
En ese sentido, indicó que la historia debe ayudar a comprender cómo surgió el régimen stronista en el Paraguay de 1954 en un contexto de guerra fría y cómo se sostuvo mediante la violación de derechos humanos a los cuales nuestro país, como Estado, estaba suscrito en el plano internacional. “Las libertades no existían. Siempre recuerdo a mis estudiantes que vivíamos en un estado de sitio”, acotó.
“La historia tiene que ayudar a comprender por qué surgió un régimen en 1954 que, utilizando mecanismos desde coacción, exilio, la prisión e incluso asesinato extrajudicial, para sostener un régimen en donde las libertades no existían”, expresó.
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Igualmente, refirió que en el “balance” del stronismo se tuvieron en cuenta también las obras que se realizaron durante dicha gestión. No obstante, recordó que durante el gobierno de Stroessner fue el período de menor inversión en educación en nuestro país.