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Numerosos estudios del Banco Mundial y otros organismos multilaterales muestran que en pandemia, las mujeres han sido las más afectadas en su economía. Muchas de ellas tuvieron que dejar de trabajar, renunciando a sus ingresos monetarios, para cuidar de los niños y adultos mayores de la casa. No es la única situación de desigualdad que ellas han vivido ya que, de hecho, los datos locales muestran que sigue habiendo limitaciones para las trabajadoras en el acceso a cargos de responsabilidad y que sus salarios son menores a los de trabajadores varones, pese a que tienen mismos cargos y funciones.
Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) indican que en el cuarto trimestre de 2021, la fuerza de trabajo en total fue de 3.770.282 personas en Paraguay. De esa cifra, 2.170.917 corresponde a hombres (84,2% del total de varones) y 1.599.365 a mujeres (60,3% del total de mujeres). La fuerza de trabajo se define como el conjunto de personas de 15 y más años de edad que en el período de referencia dado, suministraron mano de obra para la producción de bienes y servicios económicos o que estuvieron disponibles e hicieron gestiones para incorporarse a dicha producción.
6 de cada 10 mujeres están en la fuerza laboral
“La condición de actividad económica entre hombres y mujeres está claramente diferenciada. De cada 10 hombres, 8 integran la fuerza laboral y de cada 10 mujeres, 6 forman parte de la misma”, explica un reporte del INE emitido en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, que se conmemora hoy.
La tasa de ocupados, en tanto, ascendió a 3.513.422, de los que 2.066.809 hombres (80,2%) y 1.446.613 mujeres (54,5%). Eso significa que 8 de cada 10 hombres tenían empleos al momento de la recolección de datos y en contrapartida, 5 de cada 10 mujeres. La tasa de ocupados comprende a las personas en la fuerza laboral que trabajaron con o sin remuneración por lo menos una hora en el período de referencia o que, aunque no hubieran trabajado, tenían empleo del cual estuvieron ausentes por motivos circunstanciales (enfermedad, licencia, vacaciones, paro, beca, etc.).
La pandemia del covid19, con todas las restricciones impuestas desde marzo de 2020, hizo que muchas mujeres perdieran sus empleos, sobre todo en el sector terciario. Si bien en el último trimestre de 2021 numerosos empleos se lograron recuperar, todavía se vio diferencia para ellas.
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Tal es así que la tasa de desocupación (o desempleo abierto) de un total de 256.680 personas, correspondió a 152.754 mujeres (9,6%) y 104.108 hombres (4,8%). Los números muestras más mujeres desempleadas que hombres. “9,6% de las mujeres y 4,8% de los hombres no cuentan con un empleo , observándose una brecha de 5 mujeres más que hombres en situación de desocupación, lo que complementariamente hace que haya más hombres ocupados que mujeres”, recalcó el INE.
En el mismo sentido, la tasa de subocupación por insuficiencia de tiempo de trabajo (personas que trabajan menos de las 8 horas) estuvo compuesta por 173.443 personas, 97.050 mujeres (6,1%) y 76.393 hombres (3,5%).
“La mujer, la empresa y el derecho 2022″
En la región, todas estas diferencias son una realidad común de los países. Un reciente estudio del Banco Mundial, titulado “La mujer, la empresa y el derecho 2022” revela que aún hay enorme diferencias en los ingresos entre hombres y mujeres. “Si bien se han logrados avances, a nivel mundial la brecha entre los ingresos esperados tanto de hombres y mujeres a lo largo de su vida es de US$ 172 billones, casi dos veces el producto interno bruto (PIB) anual del mundo”, señaló Mari Pangestu, directora gerente de Políticas de Desarrollo y Alianzas del Banco Mundial.
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“A medida que avanzamos hacia un desarrollo verde, resistente e inclusivo, los gobiernos deben acelerar el ritmo de las reformas legales, para que las mujeres puedan desarrollar todo su potencial y beneficiarse de manera plena y equitativa”, expresó.
Ellas acceden a menor cantidad de puestos directivos
En Paraguay, los números oficiales muestran, asimismo, la desigualdad en cuanto al acceso a puestos de responsabilidad dentro de las compañías. El 62,7% del total de hombres en el mencionado margen de edad de la PEA (15 años en adelante) tiene cargo directivo, y del total de mujeres, solo 37,3%. Eso significa que 6 de cada 10 hombres tienen altos cargos mientras que solo 4 de cada 10 mujeres logran alcanzar esos puestos elevados en el trabajo. Al analizar los datos por área de residencia, vemos que la brecha se acentúa más en zonas rurales (61,4% hombres vs 38,6% mujeres) respecto a urbanas (71,8% hombres vs 28,2% mujeres).
“En cargos directivos la brecha entre hombres y mujeres de 15 y más años de edad a nivel nacional es aproximadamente de 25 puntos porcentuales a favor de los hombres. Por área de residencia también se observa ventajas notorias en favor de los hombres y se acentúa en el área rural”, recalca el Instituto de Estadística.
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Trabajadoras paraguayas ganan 16% menos
En Paraguay, así como en muchos países de la región, los hombres ganan más que las mujeres. Ellas ganan 16% menos respecto a ellos, aún teniendo mismas responsabilidades y mismas funciones.
“El ingreso promedio de las mujeres representa el 84,0 % del ingreso de los hombres, lo que revela una brecha en los ingresos de alrededor de 413 mil guaraníes a favor de los hombres”, explica el reporte de referencia.
Es que el promedio en total de ingresos en nuestro país es de G. 2.420.000, para los hombres, en cambio, el promedio es G. 2.586.000 y para mujeres, G. 2.173.000.
Los datos muestran además que “teniendo en cuenta las categorías ocupacionales, las diferencias más importantes se dan entre las personas que trabajan como independientes, donde la diferencia es de 844 mil guaraníes a favor de los hombres”.
Eso se debe a que el promedio de ingreso de los trabajadores y las trabajadoras independientes es G. 2.069.000, pero de hombres llega a G. 2.405.000 y de mujeres, G. 1.561.000.
Banco Mundial: Un golpe más fuerte para ellas
El vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Felipe Jaramillo, quien visitó la semana última Paraguay, conversó con la prensa sobre los desafíos de nuestro país y entre identificó la reducción de las brechas de género. Precisamente, sobre los segmentos de la población más golpeados en pandemia, específicamente mujeres y jóvenes, señaló que en la región, las mujeres fueron muy afectadas por esta crisis. “Fueron más afectadas por cierres de escuelas, ellas se quedaron en sus casas atendiendo a niños y enfermos. Ha habido un golpe mayor a las mujeres y es un tema que preocupa. El desafío es principalmente contar con guarderías, es un tema que hay que trabajar mucho”, señaló, haciendo referencia a que las empresas privadas tienen mucho qué aportar para que el respeto de los derechos de las mujeres, que incluso redundará en beneficio de mayor productividad.
También hizo referencia a los jóvenes, ya que Paraguay es el país con el mayor porcentaje de jóvenes en la región y ellos son los que van a tomar las riendas y va a exigir los cambios.
El Banco Mundial recomienda reconocer estos problemas, identificarlos como frenos al desempeño y empezar a prepararse con instrumentos para enfrentar estos retos, resaltó Jaramillo.
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CAF tiene ahora una gerencia de género
El Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), reconociendo la necesidad de combatir las desigualdades entre mujeres y hombres, decidió crear una Gerencia de Género, que comenzó a trabajar desde este año, con el fin de ir reduciendo estas brechas. “Aquí no puede haber un buen balance en América Latina y el Caribe si el 50% de nuestra fuerza laboral, que son las mujeres, están rezagadas o excluidas o tienen menores ingresos o son informales. Queremos darle un enfoque especial a este tema, en este nuevo ciclo en CAF, reconociendo el trabajo que se ha hecho antes, pero queremos subir la barra, queremos incrementar nuestro compromiso en todas nuestras operaciones, que lleven consigo el tema de buscar mayor equidad de género”, destacó Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF, que esta semana desarrolla en Asunción su reunión de Directorio y Asamblea de Accionistas.
Respeto a las minorías
Las políticas de genero en este organismo multilateral serán transversales a todo lo que planea realizar en adelante, según lo señalado, propiciando que todas las operaciones fomenten más la equidad de género, así como la diversidad de la región y el respeto a las minorías étnicas. En el mismo orden, el plan es además fomentar la inclusión de las personas con discapacidad.
“También de los grupos poblacionales que han estado relativamente excluídos de las oportunidades y del desarrollo o muy excluidos de las oportunidades y desarrollo. Tenemos que buscar la manera de cómo apuntamos a que nuestras políticas desarrollo entiendan esa realidad, reconozcan la realidad de las mujeres, de los jóvenes y de las minorías étnicas de América Latina y el Caribe”, puntualizó.