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El periodista Alfredo Guachiré comentó que en uno de los audios que difundió hay una conversación supuestamente entre Juan Carlos Ozorio y un boliviano, que era quien traía la pasta base a Paraguay, materia prima utilizada para cocinar la cocaína y luego llevarla al Brasil.
Lo que se ve en las imágenes obtenidas por el periodista Alfredo Guachiré, según él mismo lo describió, es la primera producción del exdiputado Juan Carlos Ozorio, en el año 2019, fecha en que, asegura, se “estrenaba” como productor de cocaína.
Al ver estos ladrillos de cocaína, cuenta el investigador, “los del Comando Vermelho se volvieron locos por esto (la droga), pues ellos anteriormente la buscaban de Bolivia y ahora tenían la facilidad de llevar la coca desde Paraguay”.
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Cascao estuvo en la Cooperativa San Cristóbal
De hecho, dice el investigador, en una de las conversaciones se revela que el diputado recibió a Cascao (líder del Comando Vermelho) en la Cooperativa San Cristóbal para cerrar algunos negocios.
Pero, continúa contando el comunicador, no todo era maravilloso en la vida de Ozorio, pues “la vida del narco también tiene mucho estrés; ellos sufrieron muchos problemas luego de la caída del líder del Comando Vermelho, Cascao, porque tenían que buscar nuevos compradores que llevaran la droga a Brasil”.
Es en ese proceso, dice Guachiré, aparece Cabeza, un brasileño que se enteró de estos hechos y vino desde Río de Janeiro y se ubicaron en Yby Ya’u.
Cuentas no saldadas y amenazas
Fue en ese momento, siempre según la investigación de Alfredo Guachiré, que Óscar Sanabria, el administrador de Ozorio, se apresuró y fue de Ciudad del Este con Robert Dávalos, alias Chocolate, a reunirse con el brasileño. En uno de esos procesos de compraventa, relata el periodista, “le terminan jodiendo US$ 300.000 a Ozorio, porque enviaron las mercaderías pero Cabeza le dejó de pagar y de atender el teléfono. Hubo un problema grande ahí y Canguro tuvo que pedir auxilio a gente cercana a otras organizaciones criminales de Brasil para exigir a Cabeza pagar su cuenta”.
Así las cosas, el estrés del diputado habría estado acrecentándose, por los malos negocios y después de supuestamente presionar a su acreedor logró cobrar en cuotitas la suma adeudada, pues de lo contrario “a Cabeza lo iban a liquidar”.
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El Informconf de los narcos
Según explicó Alfredo Guachiré, en estos momentos Cabeza está “en el Informconf de los narcos y difícilmente pueda negociar porque no le pagó todo al exdiputado Ozorio”.
El problema principal se originó cuando Cascao cayó y en su teléfono quedaron rastros. La Policía se dio cuenta de esta estructura, pero, lejos de descubrirlo y derrumbar el esquema, los uniformados “le empiezan a pedir plata”, según cuenta el comunicador.
Policía aprovechó para sacar tajada
Así, en una práctica tristemente común en nuestro país, lo que habría hecho la Policía fue detenerlo, pedirle dinero, soltarlo y extorsionarlo cada cierto tiempo. Esta extorsión sistemática, según cuenta Guachiré, fue en la División de Investigaciones de la Policía Nacional de Ciudad del Este.
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Los uniformados habían detenido a Canguro frente a la casa de Chocolate, donde se reunieron con los bolivianos y estuvo presente el exdiputado Ozorio anteriormente, afirma Guachiré.
El periodista resaltó que para liberar a Canguro la Policía les pidió US$ 10.000 un sábado, pero no tenían efectivo. Fue así que supuestamente Óscar Sanabria llama desesperado a su jefe, el exdiputado, quien le dijo que no tenía el dinero, por lo que tuvieron que recurrir a Fausto López, de Fe Cambios, y tampoco hubo forma.
Entregaron a la Policía plata y autos
Entonces consiguieron US$ 2.000 y llevaron dos autos a la Policía. Así lograron sacar a Canguro ese sábado, de acuerdo con las revelaciones de Guachiré.
El mismo asegura que el siguiente lunes, Óscar Sanabria habló con su jefe y esa conversación está registrada en el tercer audio que publicó el periodista, donde le rinde explicaciones de cómo fue la detención, y analizan cómo los descubrieron. Ellos mismos concluyen que “el teléfono de Cascao estaba sucio” y por eso cayeron.
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Cuando cayó Cascao se hicieron dos allanamientos en Alto Paraná y la fiscala Denise Duarte estaba a cargo de esta causa. Lo llamativo es que, aunque se hicieron allanamientos y se incautaron las pruebas, no revisaron el celular a fondo, pues si lo hacían, ya les iba a saltar el nombre de Ozorio.
Investigaron solo para pedir más dinero
Ante esto, el periodista explicó que la Fiscalía efectivamente investigó y encontró los datos, pero “los usaron para otras cosas”.
“Se fueron hasta la chacra donde se cocinaba la cocaína y allanaron todas las herramientas de producción. Les pidieron US$ 50.000 y ahí se produce otra llamada entre Óscar Sanabria y el diputado, en la que este le cuenta que nuevamente están pidiendo plata para evitar que caigan y les dan dos días para que pongan el dinero”, relató Guachiré.
El comunicador contó que desconoce el desenlace de esa llamada. Lo cierto es que Guachiré tiene la prueba de que a Ozorio le llamaron para avisarle que el allanamiento había ocurrido y que la comitiva pidió dinero para “solucionar el problema”.
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La “Chacra” que la Policía conoce perfectamente
La famosa “Chacra”, donde la organización narco envasaba los panes de cocaína y los investigadores entraron, los ubicaron y les pidieron dinero para no atraparlos, queda en el departamento de Alto Paraná, cerca de Ciudad del Este.
Guachiré agrega que, de hecho, se llevaron algunas herramientas de producción y detuvieron al dueño de las tierras (alquilaban el lugar), pero luego lo soltaron por ser de la tercera edad.
Sin embargo, el debate era si al pagar esos US$ 50.000 terminaba el problema y la pregunta que se hace el periodista investigador es si finalmente estas personas quedaron detenidas o en libertad, todo dependiendo de si se llegó a pagar o no esa última coima.