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Aparte de la sede del CCA, ubicada en el centro de Curuguaty, que habría sido una de las primeras grandes inversiones que realizó el pastor José Insfrán en Canindeyú con dinero de las drogas (la iglesia habría costado US$ 900.000), fue allanado igualmente un modernísimo centro de retiro que estaba siendo construido en la comunidad de Brítez Cue, distrito de Yby Pytã, distante a 125 kilómetros de Salto del Guairá.
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La imponente infraestructura se encuentra en medio de una población marcada por la pobreza, por un lado, pero de gran producción de marihuana, por el otro.
El lugar cuenta con todo tipo de comodidades y en uno de los galpones fueron encontradas decenas de camas tipo somier que serían empleadas en los retiros “espirituales”. El lugar cuenta además con piscina, canchas sintéticas con graderías, instalaciones para el refrigerio, entre otras decenas de comodidades nunca vistas en un centro de retiro.
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La intervención del lugar está a cargo del fiscal Jalil Rachid, mientras que la iglesia fue allanada por el fiscal Meiji Udagawa.
Otra mansión de casi una cuadra, en plena construcción, fue allanada por la fiscala Fabiola Molas. Dicha edificación está ubicada en el barrio San Cayetano de Curuguaty, en las cercanías de la Universidad Nacional de Canindeyú.
Según las investigaciones, los puntos intervenidos estarían vinculados al clan Insfrán y serían parte del patrimonio forjado con base en el lavado de activos provenientes del narcotráfico. Todas estas instalaciones relacionadas a la actividad religiosa eran la forma de inyectar dinero proveniente del narcotráfico al sistema financiero legal, según el Ministerio Público. Los bienes quedan a cargo de Senabico.
Anteriormente ya fueron comisados dos mansiones, dos estancias, decenas de camiones trasganado, once ómnibus, tractores y otros bienes del clan intervenido mediante la operación “A ultranza”, que en Canindeyú tenía como cabeza al pastor José Insfrán, actualmente prófugo de la Justicia.