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“Hubiera ayudado no a la Senad, hubiera ayudado al Paraguay”, dijo este lunes el encargado de Comunicaciones de la secretaría antidroga, Francisco Ayala, consultado sobre si es que la existencia de una ley que controlaba el movimiento de dinero en los clubes de fútbol hubiera ayudado a las investigaciones sobre narcotráfico.
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Cabe recordar que el año pasado, en agosto, el presidente Mario Abdo Benítez promulgó una ley que fue cercenada por el cartismo y aliados políticos en el Congreso, que en la práctica excluía a las tabacaleras y clubes de fútbol como sujetos obligados de control de lavado de dinero por la Seprelad.
El operativo “A ultranza”, que se ejecuta desde el martes pasado y es considerado el más grande hecho en el Paraguay, destapó los presuntos vínculos del narcotráfico con la política, el sector empresarial, los deportes y hasta con una congregación religiosa.
En el campo deportivo, los salpicados con el caso de narcotráfico fueron el Club Deportivo Capiatá y el Club Rubio Ñu.
En el caso de Capiatá, el presunto vínculo se da a través de dos personas: el uruguayo Sebastián Marcet, quien llegó a jugar en el club y es uno de los supuestos cabecillas de la red narco; y el diputado cartista Erico Galeano, expresidente del Deportivo Capiatá; y vinculado también a una de las propiedades allanadas en el complejo Aqua Village de Altos. El legislador negó a través de sus abogados, todo vínculo con el narcotráfico y el caso.
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En el caso de Rubio Ñu, una de las empresas investigadas en el caso – Total Cars – pagó obras en el club como uno de sus patrocinadores.
Movimiento de US$ 30 millones por envío
El director de Comunicaciones de la Senad indicó también que la red de narcotraficantes que enviaba cocaína peruana y boliviana a través de un puerto de Villeta hacia Europa y África generaba un movimiento de unos US$ 30 millones por cada envío. Este dinero regresaba a nuestro país a través de un sistema de lavado que implicaba no solo al sistema financiero paraguayo, sino a los de otros países.
“Hay que ser sinceros, con un envío promedio de dos, tres, cinco toneladas de cocaína esta gente operaba con transacciones que iban desde US$ 30 millones por envío, entonces el nivel de transacciones y negocios que hacían era muy elevado. No estamos hablando de pequeños negocios; era mucha plata”, manifestó Ayala en conversación con ABC Cardinal 730 AM.
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En otro momento añadió que: “Hay gente con mucho conocimiento que operaba dentro de la organización criminal. Ese dinero, hasta llegar a Paraguay, tenía un proceso técnico-financiero en el que no quiero entrar en detalles; pero varias cuestiones pasaban para que ese dinero sea retirado. Cuando llegaba, ese dinero estaba limpio, entre comillas”.
El lujo, una “marca” de los narcos
Ayala destacó que la mayoría de los bienes incautados eran muy lujosos, tanto los vehículos, las embarcaciones y las viviendas que fueron allanadas.
“Llevamos hasta el momento 41 intervenciones, 41 inmuebles. Empresas, edificios, fastuosas propiedades de este nivel de inmuebles. De los 41, solo dos estructuras de porte común. Las estancias eran centros logísticos, como los depósitos que eran los centros de acopio hasta aquellas que operaban en el ámbito del lavado como las empresas, como los edificios y las residencias particulares que están vinculadas a los siete de esta organización”, detalló.
Una alerta
El viernes pasado, Senad alertó a quienes puedan llegar a tener propiedades o vínculos con los hasta ahora detenidos y procesados, que se acerquen a la dependencia antidroga para que el proceso no les alcance. “Sabemos que vamos a llegar a esos bienes, apelamos a estas personas para que se acelere nada más el proceso. Puede ser peor para estas personas cuando lleguemos y encontremos ese tipo de vinculación”, advirtió.
Vínculo con empresario asesinado
Por último, Ayala recordó que el vehículo en el que fue asesinado el empresario Mauricio Daniel Schuartzman Parnes en setiembre del año pasado en el barrio Jara de Asunción estaba a nombre de Tapiracuai SA, de Alberto Koube, otro de los presuntos cabecillas de la red narco.
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“En el marco del trabajo de 27 meses realizado por los investigadores de la Senad en coordinación con la Fiscalía encontramos algunos elementos e indicios que podrían apuntar a ciertos vínculos entre los líderes de la operación “A Ultranza” y esta persona que fue asesinada en Asunción (Mauricio Daniel Schuartzman Parnes); que fue asesinado en un vehículo que pertenece a la firma Tapiracuái, que es una de las tantas investigadas en la operación y que estaría vinculado con el ámbito del lavado de activos proveniente del narcotráfico”, finalizó Ayala.