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Algunos profesores pegaron carteles en las zonas se riesgo en la escuela Dahlquist por temor al derrumbe del techo y sólo faltan dos días para que se inicien las clases en la antigua institución, no muy lejos del Ministerio de Educación, en plena capital.
La infraestructura pone en riesgo la integridad y hasta la vida de los estudiantes que verán cómo su escuela clausuró un aula por las grietas en las paredes, que están consumidas por la humedad y la galería donde el revoque se cae a pedazos.
La precariedad lastimera se sitúa, asimismo, en los vidrios rotos de las ventanas. El Ministerio de Educación es responsable de esta institución pública que recibirá a 270 estudiantes.
El mantenimiento no aguantó
La directora del Dahlquist, Migdonia Guillén, mencionó que “se hizo el mantenimiento del techo de la galería pero está cayendo otra vez el revoque. En el techo crecen plantas, y se desprenden partes, aunque se pusieron láminas allí no funcionaron, se podaron las plantas, pero por goteras y desprendimientos las raíces vuelven a crecer”.
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Se hizo el mantenimiento en una sala en el 2019 pero luego quedó peor, según reveló. “Ya hice el informe pertinente a Infraestructura pero todavía no vienen -del MEC- a hacer los arreglos”, dijo.
Refirió que las paredes antiguas son muy feas. “Deberían quitar todo el revoque y hacer de nuevo con la aislación de los ladrillos para evitar que la humedad vuelva a deteriorar los muros”.
El MEC manda a pintar pero no es un trabajo de fondo y en un año se vuelve a pelar. El aula del tercer grado tiene una grieta que apareció luego de que se unieran las salas, y preocupa que haya goteras.
“La galería va a quedar clausurada por temor al derrumbe, el MEC esta informado, situación semejante ocurre en otra sala donde se desplazan las tejuelas, por eso se clausuró. Allí se instaló un depósito para evitar que los chicos entren allí”, culminó con preocupación la directora.