Cargando...
En los últimos años, la recomendación a los padres es que eviten subir fotos de niños, en cualquier ámbito, incluso con su uniforme de colegio. ¿Por qué? Porque con esto, además de exponer su imagen, vulnerable, proveemos de datos como a qué colegio va, a qué horario, cómo es la fachada de la institución, la dirección, locales cercanos, etc.
Toda esta información se encuentra de forma explícita y a simple vista en una foto. Pero, a la vez, Miguel Gaspar explica que existen profesionales con las herramientas adecuadas, quienes logran descargar la fotografía y conseguir ”metadatos”, datos más sensibles como ubicación geográfica y el tipo de dispositivo con el que se tomó la imagen.
Lea más: Control de internet: padres precavidos, hijos a salvo
“No puedo dar tips o recomendaciones a padres que siguen subiendo fotografías de sus hijos a las redes sociales. Normalizamos conductas que no están bien y aportan riesgos cibernéticos, y hasta que no dejemos de normalizarlo, vamos a seguir haciéndolo, hasta que nos pase algo”, sostuvo.
“Estamos trabajando con el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, así como con el Ministerio de Educación para activar la responsabilidad parental, que consiste en el control que los padres deben tener sobre cómo utilizan internet sus hijos”, señaló.
Gaspar habló también sobre el “oversharenting”, que nace de la unión entre dos conceptos: “to share”, compartir, y “parents”, padres. Es decir, los padres que comparten detalles de sus hijos en redes sociales.
“Esto incluso es considerado como una forma de maltrato infantil en otros países, con hasta cinco años de cárcel, porque exponen a sus hijos al ciberbullying, abuso, etc. Padres, entiendan que no tienen que subir todo a las redes sociales”, alertó.
“No debemos desmerecer el valor de la privacidad de nuestros datos. Si tengo que dar recomendaciones serían dos: la autorregulación: definir que es íntimo, particular y no compartirlo. Ley de confianza cero: establecer un vínculo de confianza fuerte y todo lo que esté fuera de eso, eliminarlo”, explicó.
“Los padres no deben ser amigos de sus hijos, deben ser padres, responsables de la seguridad de sus hijos. No hay que tener miedo a los límites. Las fotos alimentan a los abusadores y también se utilizan para humillarlos en la escuela, en el recreo, etc. Con esto aportamos material para exponer a nuestros hijos”, alegó.
Gaspar insistió en que se debe partir por no darle dispositivos, teléfonos o tablets a los niños, y en todo caso, instalar una aplicación de control parental para poder administrar las páginas a las que pueden y no pueden acceder los niños.