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El hermoso departamento de Ñeembucú con arroyos lindos y sitios históricos imperdibles está bajo peligro por los incendios y el ambiente insalubre que genera.
El corresponsal Edgar Vázquez informó desde Ñeembucú que esta mañana la zona de Laureles, Islería, San Antonio fueron afectados por el incendio y los pobladores no están recibiendo ayuda.
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Fermín Candia, el intendente del PLRA, no declara “emergencia distrital”, porque los concejales colorados no lo aprueban, divididos por sus partidos políticos no dan la voz de alarma, como si lo hizo la Gobernación.
Cuando se pasa por Villalbín es impresionante el humo que desde la mañana temprano se esparció por el lugar.
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El camino feísimo hasta Laureles
Por si fuera poco, el camino está feísimo, los 140 km de tierra, y los pozos transforman el viaje en una tortura hasta Laureles porque cuesta llegar hasta allí.
Mientras tanto el incendio se devora todo a su paso en Ñeembucú que no cuenta con un cuerpo de bomberos, que solo tiene Pilar.
En Laureles, donde un grupo incipiente de jóvenes se está formando, no cuenta con los implementos que necesitan para luchar contra el fuego.
El Mades no se hace sentir
Una vez más castigados por el olvido y la desidia, sin que el Mades mueva un dedo, Laureles se convierte en cenizas. Un triste camino de arena, difícilmente transitable por un automóvil liviano, y la humareda incesante es la inhóspita postal que recibe a turistas que vienen a Cerrito.