Cargando...
A las 10:15 de ayer el médico forense Dr. Héctor Meza realizó la autopsia del cuerpo del empresario Mikhael Vasilievich Legotikn. Estuvieron acompañando el procedimiento los fiscales María Irene Álvarez, Gedeón Escobar y Carlos Maldonado, quienes llevaban adelante la investigación.
Luego del procedimiento en la Morgue Judicial, la fiscala Álvarez dijo que no hay dudas de que se trata del empresario kazajo. “Se extrajeron muestras de lo que los médicos intervinientes precisaban. En cuanto a la causa de muerte, el estudio histopatológico va a determinar con certeza”, añadió.
Posteriormente, Álvarez expresó a ABC que en los años que lleva como fiscala “es la primera vez que veo algo tan macabro”.
Partes estaban embaladas
Entre la noche del viernes y madrugada del sábado últimos, fueron desenterrados dos bolsones, uno negro con gris y otro azul con gris, en Ypané. Los detenidos Víctor Álvaro Roca Vargas (46), boliviano de ascendencia japonesa, y Cristhian Picha Ricaldi (24), boliviano, dieron la ubicación de los restos.
Álvarez describió que los bolsones estaban enterrados envueltos con una manta de polar. Fueron llevados a la Morgue, donde se abrieron ayer.
Dentro del bolsón negro con gris estaban guardados el torso y la cabeza del empresario, cortados y envueltos con otra manta de polar, que sacaron del motel.
En el bolso azul con gris, se hallaron las extremidades superiores que estaban perfectamente cortadas entre brazo y antebrazo. Según la descripción, las manos estaban pegadas al hombro, envueltas con cinta ancha. También fueron envueltas con bolsas negras y otra vez le pasaron cinta adhesiva.
El mismo procedimiento llevaron a cabo con las extremidades inferiores, que estaban cortadas desde el muslo y la rodilla, pegadas con cinta y envueltas con las bolsas de basura. Sin embargo, estas no estaban dentro de un bolso.
En total eran cuatro “paquetes” de extremidades, los que fueron encontrados.
Presunciones
Según la cronología del caso, el 30 de enero Roca y Ricaldi se instalaron en una casa del barrio Las Garzas de San Antonio. El 2 de febrero fueron al motel Casa Blanca de Emboscada, propiedad de Vasilievich. Alquilaron dos piezas. En la madrugada del 3, el kazajo fue a verificar una supuesta falla en las cañerías y ahí fue atacado a golpes por los bolivianos.
En la inspección forense de ayer se constató que Mikhael tenía rota la mandíbula inferior, y se presume que fue causada por una patada, según expuso Álvarez.
Luego de limpiar el motel, se trasladaron con el kazajo todavía vivo hasta San Antonio, donde habría muerto desangrado. Después los matones cortaron su cuerpo. Sin embargo, no lo enterraron enseguida, sino que lo conservaron con hielo.
Para ello, según declaración obtenida de uno de los bolivianos, compraban de 30 a 40 bolsas. Ya cuando los órganos internos empezaban a descomponerse, decidieron esconderlo.
Esta semana se haría la prueba con el Luminol a la casa de San Antonio, que permanece lacrada.
El macabro homicidio se debería a una deuda de US$ 200.000 contraída por la familia de Vasilievich a un “patrón” internacional.