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Juan Carlos “Calé” Galaverna senador cartista, lleva como legislador toda la era democrática. Desde la caída de la dictadura stronista, no faltó un periodo. Este legislador, que pasó de ser un animador de fiestas a empresario del rubro cerámico, declaró ante la Contraloría General de la República (CGR) un modesto crecimiento de su patrimonio en los últimos 30 años.
La primera manifestación de bienes del veterano político colorado data de 1993, al menos con base en lo publicado por el ente de control. Ya senador en aquel momento, reveló un patrimonio de G. 518 millones.
Entonces, declaró G. 60 millones en efectivo, ahorros y cuentas a cobrar por cerca de G. 295 millones.
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Además, dijo ser propietario de tres inmuebles, todos ubicados en la zona de Ypacaraí. Dos de ellos fueron tasados en apenas G. 378.000 y G. 96.000, respectivamente. Igualmente, declaró una camioneta Toyota modelo 1992 y muebles.
Para 1999, sus activos casi se habían triplicado, alcanzando los G. 1.719 millones, ya con tres inmuebles, tres vehículos; además de dinero en efectivo, cuentas a cobrar y ahorros. También dijo poseer acciones por G. 600 millones, sin aclarar a qué empresa correspondían estas inversiones.
Para 2018, el patrimonio del veterano legislador alcanzaba los G. 2.837 millones. Dijo ser propietario de inmuebles distribuidos en Ypacaraí, Asunción y Luque por valor de G. 399 millones.
Además, declaró dos vehículos por G. 70 millones, mobiliario por G. 120 millones y acciones por G. 1.495 millones en una conocida cerámica.
Incursión de su hijo
Calé no perdió el tiempo y logró ubicar a uno de sus hijos en cargos políticos. Así aparece en escena Juan Carlos Luis “Nano” Galaverna, que comenzó siendo presidente de seccional de Ypacaraí, pasando por la concejalía municipal de esa ciudad para actualmente ocupar una banca en la Cámara de Diputados.
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Según Nano, su patrimonio neto en el año 2018 era alrededor de G. 2.596 millones, integrado por una cuenta bancaria, ocho inmuebles, seis vehículos y mobiliarios por G. 75 millones. Dijo tener un pasivo de G. 743 millones, de los cuales tres correspondían a deudas con la Caja de Jubilados de Itaipú (Cajubi).
Precisamente, la esposa de Nano es funcionaria de la Itaipú Binacional. Se trata de Diana Rosa Centurión de Galaverna.
La última declaración jurada de Centurión corresponde al año 2014 en la cual declaró un patrimonio neto de G. 2.236 millones, integrado por cuentas bancarias, dos inmuebles por G. 1.650 millones, tres vehículos y ahorros por más de G. 310 millones, según la documentación.
En cuanto a sus pasivos, dijo tener una deuda por un poco más de G. 97 millones, con diferentes entidades.
Para entonces, la esposa de Nano también declaró que sus ingresos eran de más de G. 30 millones, de los cuales G. 18.503.000 correspondían a su remuneración como funcionaria de la binacional, además de G. 1.870.000 como auxilio de alimentación y G. 10 millones de su cónyuge.
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Asimismo, dijo tener ingresos anuales de G. 149 millones, provenientes de Contrato Colectivo de Trabajo, G. 26.000.000; participación en el lucro G. 37.000.000; vacaciones cobradas G. 18.503.622 e intereses por ahorros a plazo fijo, G. 49.500.000.
Otro descendiente muy bien ubicado
El senador Juan Carlos “Cale” Galaverna igualmente logró ubicar muy bien a otro de sus hijos no en cargos políticos, pero sí como funcionario de la Itaipú Binacional. Se trata de Juan José Galaverna Ortega, que figura como empleado de la asesoría jurídica del ente binacional desde el 13 de octubre de 2018. Este último al asumir presentó su declaración jurada en la cual hizo constar que su patrimonio neto era de G. 1.429 millones, integrado por G. 35 millones en efectivo, G. 65 millones en cuentas bancarias y cinco inmuebles por G. 1.179 millones, de los cuatro tenían como ubicación la ciudad de Ypacaraí. Igualmente declaró un vehículo, cuyo valor era de G. 150 millones.