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Como cada fin de semana se registró una multitudinaria participación y en la ocasión presentaron a seis nuevos seminaristas de la comunidad que inician hoy el trayecto al sacerdocio.
La reflexión de monseñor Ricardo Valenzuela durante la eucaristía de hoy se centró en las vivencias de las bienaventuranzas, donde las personas se juegan “su calidad como cristianos”. También habló sobre los falsos y verdaderos valores.
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En este contexto, el religioso instó a los presentes a practicar ciertos valores y virtudes especialmente con las personas más vulnerables. Por ejemplo, solicitó ser humildes de corazón y no aferrarse a las cosas del mundo. También pidió practicar la pureza, la honestidad que el mundo entero clama con suma urgencia, así como la penitencia, la caridad, el perdón ante tanto odio y resentimiento.
“Si nosotros cumplimos todo esto, la recompensa será la felicidad auténtica en la otra vida y la paz y la conciencia tranquila aquí abajo, como diciendo: ‘Estoy haciendo lo que tengo que hacer’”, expresó monseñor.
También se refirió a los falsos valores que pregona el mundo entero. Dijo que existen presuntos pobres que en verdad son ricos y los supuestos ricos que en realidad son pobres.
“El mundo llama felices y dichosos a los ricos, a los que tienen éxito, a los que gozan siempre de buena salud, a los que son aplaudidos por todos, a los que nadan y se zambullen en los placeres de la vida y esquilman a los pobres, a los malversadores de fondos, a los corruptos que se encumbran, a los expertos de la mentira, son vicios muy frecuentes en estos tiempo. En el mundo, es decir, los enemigos de Dios, ellos son quienes pregonan estos falsos valores y luego dicen: ‘Vamos a vivir así hasta que el cuerpo aguante’, otro va a decir: ‘Que cada uno se arregle como pueda’ y otros dirán: ‘Aprovechemos el día y la vida, el tiempo es corto’”.
En la primera lectura decía que estas personas recogerán sequías, cardos y espinas. “El salmo decía: ‘Recogerán inestabilidad’ y le podemos agregar nosotros que recogerán las manos vacías y agujereadas. Recogerán esterilidad, músculos atrofiados, un corazón arrugado y paralizados, y ojos miopes”, expresó el religioso durante su reflexión.
También suplicó “no poner confianza en las cosas materiales y pasajeras, no buscar la felicidad siguiendo a los vendedores de humo que se disipan rápidamente, que tantas veces son vendedores de muerte como lo estamos viendo últimamente”. Asimismo, pidió no seguir a los profesionales de ilusión que venden esperanza y estafa. “No hay que seguirlos a estos porque son incapaces de darnos esperanzas”, indicó.
En otro punto, monseñor Valenzuela pidió además que en el momento de ayudar a una persona necesitada, la ofrenda sea entregada con una sonrisa.