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El procesado Daniel González Britos se presentó en diciembre del año pasado en el Juzgado de Caazapá, después de estar prófugo por más de tres años. El doble homicidio de los guardaparques de la Reserva Natural Tapytã, administrada por la Fundación Moisés Bertoni, ocurrió pasado el mediodía del sábado 18 de agosto del 2018.
En octubre del año pasado, el principal autor del homicidio, Hugo Andrés González Sosa, fue condenado a 24 años de prisión por el Tribunal de Sentencia de Caazapá, presidido por el magistrado Eugenio Fusler, e integrado por Carlos Antonio López y Mario Miranda. Otros tres de los procesados, Braulio Alcaraz González, Robert Alcaraz González y Arnaldo Ramón Alcaraz González, fueron condenados a dos años de prisión, pero con la suspensión condicional de la prueba por ayudar en la aclaración del homicidio.
Según los datos, el imputado Daniel González Britos se presentó el 1 de diciembre en Caazapá; el fiscal de la causa, César Martínez, solicitó la aplicación de una alternativa a la prisión, o sea que guarde reclusión en su domicilio de la compañía Toro Blanco de Tava’i. Por su parte, el representante de la querella adhesiva Fulgencio Daniel Paiva pide la prisión preventiva. Sin embargo, la jueza de Garantías que lleva la causa, Blanca Tillería, accedió a confirmar el requerimiento del representante del Ministerio Público, que fue apelado por el abogado de los familiares de las víctimas.
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Daniel González Britos deberá guardar arresto domiciliado en la ciudad de Ypané, departamento Central, en el domicilio de su hija Jorgelina González. La resolución de la magistrada Blanca Tillería fue confirmada por el Tribunal de Apelaciones, presidido por la magistrada Margarita Miranda, e integrado por Edgar Adrián Urbieta Vera y Guido Ramón Melgarejo.
Crimen en la Reserva Tapyta
Según los antecedentes, el doble homicidio ocurrió a orilla del arroyo Tajay, dentro de la Reserva Natural Tapyta, de la Fundación Moisés Bertoni, cuando uno de los guardaparques recibió la denuncia de que un grupo de cazadores se disponía a ingresar al monte con el objetivo de cazar animales silvestres. Los guardaparques Artemio Villalba, Rumildo Toledo y Felipe Chávez se dirigieron hacia el lugar por donde ingresarían los cazadores furtivos, pero fueron recibidos a balazos.
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Los guardabosques Artemio Villalba y Rumildo Toledo (este falleció en el lugar) fueron alcanzados por las balas asesinas (se comprobó en juicio que el autor de los disparos fue Hugo Andrés González Sosa) y Felipe Chávez consiguió escaparse del ataque y solicitó ayuda a otros compañeros de trabajo y realizó la denuncia del hecho a la Policía Nacional. Artemio Villalba falleció varios días después en Emergencias Médicas de Asunción.
Según los testigos y otros implicados, fueron 8 a 9 personas las que estaban en el lugar, llamativamente solamente fueron procesados 5 integrantes del grupo que pretendió ingresar a la reserva natural.