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Carolina Vergaray relató que llegó a Paraguay el año pasado con su esposo Andrei Iancu, ciudadano rumano, quien estuvo viviendo algún tiempo en Venezuela. Con ellos también vinieron otros miembros de la familia de su esposo: padres, hermanos y cuñadas. La mujer contó que durante un tiempo vivieron en alquiler en Asunción, mientras buscaban un terreno donde asentarse. En ese tiempo nació su hijo.
La familia de su marido consiguió un terreno de 40 hectáreas en el asentamiento 22 de Noviembre de la zona de Toro Blanco, del distrito de Tavai, área del Parque Nacional San Rafael, hasta donde llegaron el 1 de diciembre del año pasado. Una vez en el asentamiento, que está en el monte de la cordillera de San Rafael, relató comenzó su calvario, según relató entre lágrimas. Contó a ABC que perdió todos sus derechos: su marido le secuestró todos sus documentos, ella no podía opinar, tenía que trabajar en la chacra para tener derecho a comer y era maltratada física y psicológicamente.
Según su denunicia, su suegro, Petrica Iancu, es incluso más violento que su marido y también comenzó a maltratarla físicamente y llegó a patearla por opinar. Su suegro maltrata constantemente a sus hijos menores y a sus otras nueras, entre ellas una paraguaya.
El relato de Carolina
Carolina Vergaray relató que el pasado 18 de enero, en horas de la noche, su marido intentó matarla asfixiándola, pero en un momento su hijo de cuatro meses comenzó a llorar aparentemente porque tenía hambre y eso, de milagro, le detuvo. Pero igualmente -indicó- recibió varias patadas en diferentes partes del cuerpo.
“Le dije a mi esposo que me quería separar, que no iba a aguantar vivir presa. Entonces me dijo: ‘Vamos a Tavai para comenzar el proceso’. Al día siguiente, para ir a Tavai desde la zona de Toro Blanco, me desnudó para revisarme si estoy llevando mi documento, hasta en la zona íntima me chequeo, peor que policía”, comentó la mujer.
Fueron hasta el juzgado, donde el juez (Rubén Benítez) le dijo que la instancia para el divorcio está en San Juan Nepomuceno.
“Mi marido me prohibió denunciar el maltrato, pero en un momento dado comencé a contar la verdad, porque mi marido contaba puras mentiras, y el juez dijo que él no podía proceder al divorcio, pero sobre el maltrato sí puede tomar la denuncia. Ahí el hombre se puso loco y me alzó en su motocicleta y comenzó a dirigirse hacia Toro Blanco, le dije que pare, que no iba ir con él, y me dijo que iba a matarme, que nunca iba a recuperar a mi hijo que está en el asentamiento, entonces me tiré de la moto en marcha y pedí ayuda a los vecinos. Tuve varias heridas en el cuerpo a consecuencia de la caída”, dijo la mujer.
“Llegué hasta la comisaría, los policías me ayudaron, fuimos al juzgado, de donde pasamos a recuperar a mi hijo, pero mis pertenencias no pude traer, los documentos están en poder de mi esposo”, sostuvo.
Igualmente, dijo que hizo denuncia por violencia familiar en la fiscalía y en el Juzgado de la Niñez está tramitando un permiso para viajar a su país con su hijo. Ella actualmente vive escondida y no sabe si su seguridad personal está garantizada también en Venezuela.
La mujer solicitó a las autoridades nacionales que tomen carta en el asunto para evitar una tragedia.
La Justicia intervino en el caso y Carolina está protegida
Al respecto, el asistente fiscal de la Unidad Tres, Alexis Franco, confirmó que la mujer denunció violencia familiar en contra de su marido y que el hombre a su vez denunció a la mujer por abandono de su hijo. Según Franco, Carolina se encuentra ya en compañía de su hijo, a resguardo, en un lugar que no se revela por su seguridad.
El juez de Paz de Tavai, Rubén Benítez, dijo que tomó la denuncia y ordenó la salida de la misma del hogar conyugal con su hijo menor de edad a raíz de que estaban en peligro sus vidas.