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A pesar de que ahora el Instituto Nacional de Cáncer (Incan), tiene la vía libre para realizar de forma directa las compras, los sistemas burocráticos siguen. De acuerdo a lo que señaló Noelia Almada, presidenta de Asociación de Pacientes con Cáncer y Familiares (APAFA), el director del Incan, Julio Rolón, se enfrenta a un largo trayecto para la adquisición de medicamentos, por lo que la compra directa a simple vista no lo es.
“Existen muchos trámites burocráticos. Además, se tiene que ver si los medicamentos están disponibles. Mientras tanto los enfermos siguen esperando, su salud se va deteriorando, y en el peor de los casos, se mueren esperando sus remedios. Cuando llega, a veces ya es tarde, porque la enfermedad ya avanzó bastante. Y a algunos, les alcanza el medicamento, pero ya una vez fallecido”, lamentó Noelia, mientras relataba como sufren a diario los enfermos en el Incan.
Noelia, pide que los medicamentos sean priorizados, y que la cantidad aumente, porque a diario aparecen más casos de personas que tienen cáncer. Relata que cada vez los números van en aumento, y que incluso la edad ya no discrimina. “Hay jóvenes que llegan por cáncer de cerebro. El cáncer de cuello es lo que más hay, y cada vez son personas más jóvenes las que tienen adolecen”, dijo la presidenta de APAFA.
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Los medicamentos que actualmente están en falta es la Dacarbacina, y la morfina. Asimismo, los que están en lista de espera por amparo es inmensa. Por dar un ejemplo, el paciente Juan Saucedo, precisa del medicamento Temozolomida para poder acceder al tratamiento de la radioterapia. El pedido lo realizan desde APAFA a través de la red social Facebook, y los lectores que puedan colaborar se pueden poner en contacto con los administradores de la página.
Para ser más llevadera la enfermedad, los enfermos oncológicos, deben someterse a procesos de estudios complejos de tomografía y resonancia magnética. El gran problema es que solo se cuenta con un tomógrafo y un aparato de resonancia magnética, que, por el excesivo, por la cantidad de demanda que existe a diario, los aparatos se recalientan, y a veces hasta dejan de funcionar.
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Ante esta situación, los pacientes tienen una alternativa para realizarse la resonancia magnética en el Sanatorio de La Costa Artigas gracias a un convenio existente entre el Ministerio de Salud y el ente privado. Sin embargo, nuevamente los enfermos se enfrentan a una serie de protocolos y llenados de documentos que enlentece el acceso a los estudios.
A este batallar diario, los pacientes deben controlar la ansiedad que les ocasiona la misma enfermedad para que no les afecte excesivamente para enfrentar al cáncer, y para que el organismo pueda responder de manera positiva a los tratamientos.