El Hospital de Trauma recibió a dos de los heridos durante el tiroteo ocurrido en el Ja’umina Fest de San Bernardino: Jorge Benítez (40) y Sadi Bonzi (23). Ambos se encuentran estables y lúcidos, según lo confirmado por el doctor Agustín Saldívar, director del nosocomio.

Cabe destacar que es la primera vez que se menciona a Jorge Benítez como parte de los heridos, por lo cual la cantidad de víctimas sobrevivientes del atentado ascendería a cinco. Los otros tres heridos son: José Ruiz, Daniela Barrientos y Marcelo Montegía, según los datos de Salud brindados ayer, mientras que los fallecidos fueron Cristina “Vita” Aranda y Marcos Mora.

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Ambos se encuentran estables

Sobre Benítez, el director del hospital resaltó que es oriundo de Asunción y recibió un balazo en la cara interna de uno de los muslos, cerca de la ingle. El proyectil aún no fue retirado. “Esta mañana temprano conversamos con él, sigue bien y solicitó su traslado a un seguro privado. En el transcurso de la mañana daremos esa posibilidad, está fuera de peligro”, detalló.

Por su parte, Bonzi recibió una bala en cada pierna, ambas heridas con orificios de entrada y salida. “No tiene afectación motora, sensibilidad conservada, al igual que Jorge”, detalló.

La joven va a recibir antibióticos y, cuando esté fuera de peligro, van a a darle el alta para que pueda trasladarse hasta su ciudad, puesto que es residente de Pedro Juan Caballero.

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“Conversé con ambos; la mujer describe que ella estaba en su camarote compartiendo y luego se fue haciendo cola para ir al baño y en ese momento se produce la balacera. Ella se da la vuelta y recibe ahí los impactos en la pierna, de arriba abajo”, detalló y agregó que estaba cerca de la víctima fatal, Cristina “Vita” Aranda, esposa del jugador “Tito” Torres.

“Todos estaban en la fila del baño”, informó también sobre lo mencionado por el otro herido que llegó al hospital.

Recibieron las balas “cansadas”

Sobre el trayecto de las balas, comentó que ambos llegaron de arriba para abajo y los heridos podrían haber recibido las balas que primeramente impactaron en “el objetivo” principal del sicario.

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En el caso de Jorge, mencionó que su orificio de entrada en la “raíz del muslo” penetró solo 5 centímetros en la parte blanda. “No tenía ya fuerza de traspasar ese muslo, estamos hablando de la parte blanda, sin tocar hueso. Entonces, evidentemente un (proyectil) 9 milímetros, que te haga ese trayecto, es porque es ‘bala kane’ongue’ (cansada) ya”, puntualizó.

Agregó que era una bala con velocidad disminuida, por eso la penetración fue muy corta. En el caso de la joven fue de menor distancia y tuvo la suerte de que no agarró ningún tejido óseo, por eso no fracturó.