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Se trata de Noelia Ramona Acuña, de 33 años, quien vive en la ciudad de Encarnación, y desde su cama postrada en medio del llanto suplica para que el IPS le deje seguir su tratamiento contra el cáncer de mama y también le provea sus calmantes que le ayuda a sobrellevar la fractura de cadera. Esta madre de cuatro niños pequeños simplemente no tiene el contacto político o la suerte del pastor Emilio Abreu que consiguió sin mucho tramite que el IPS, sin ser asegurado, le realice una costosa operación.
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Doña Noelia el año pasado accedió al subsidio Pytyvõ, recibió G. 500.000 que el gobierno nacional destinó para los comerciantes fronterizos y el Ministerio de Hacienda le agregó como contribuyente por lo cual el IPS le dejó sin seguro social y desde hace cinco meses la enterró en la burocracia pues no puede dar de baja su RUC, y por ende el IPS le niega el tratamiento, pese a que su esposo Javier Sosa tiene 14 años de aporte.
“Yo necesito que me desbloqueen mi IPS, porque yo accedí a un G. 500.000 del Pytyvõ fronterizo y me bloquearon mi IPS, necesito mi remedio, tenía que operarme ya hace rato y no se pudo, pero lo que necesito más urgente es mi IPS, ya luchamos muchísimo y no se pudo”, clamó Noelia Acuña postrada en su cama.
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“Yo trabajo durante 12 horas diarias para poder tener mi IPS y hace 14 años que soy aportante y ahora no le dan la atención que se merece mi esposa. Ya me fui al IPS y en Hacienda y simplemente se tiran la pelota, me dicen que mínimo en dos años se va a dar de baja su RUC, que ellos mismo le crearon y me dejaron sin seguro”, dijo Sosa, indignado por la situación.
La mujer necesita diariamente aceite de cannabis que cuesta G. 340.000, también usa morfina, que es un medicamento controlado y cuesta conseguir. Además requiere de una prótesis de platino que cuesta G.18.800.000 y otra prótesis de titanio de G. 6.600.000 para poder operarse, La familia ya recurrió a rifas, polladas y todo tipo de actividades para poder completar el dinero pero lastimosamente no le alcanza y cada día el dolor es más intenso.
“Trabajo también en refrigeración y después de salir de mi trabajo de guardia debo hacer mi extra. Descanso una hora nomás por día, para que a mi esposa no le falte nada, y ahora ya no me alcanza porque no tenemos IPS”, dijo Sosa.