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De acuerdo a lo que figura en la misma página de la “Cité de l’Architecture et du Patrimoine” - un organismo francés que organiza eventos centrados en el patrimonio y la educación arquitectónica - el Premio Global de Arquitectura Sostenible cada año reconoce a cinco arquitectos o especialistas del ámbito.
Este año, fueron elegidos Teresa Moller (Chile), José Cubilla (Paraguay), Solano Benítez y Gloria Cabral (Paraguay), Severiano Porto (Brasil) y Richard Sennett (Nueva York y Londres). Los expertos galardonados “comparten los principios del desarrollo sostenible y un enfoque arquitectónico participativo de las necesidades de la sociedad”.
Según los organizadores de la premiación, los ganadores “contribuyen a un desarrollo más equitativo y sostenible y construyen un enfoque innovador y participativo para satisfacer las necesidades de las sociedades, ya sean expertos en ecoconstrucción o actores del autodesarrollo para quienes la sustentabilidad es ante todo sinónimo de equidad social y urbana”.
Obras, siempre respetando el entorno
Cubilla resaltó los aspectos culturales de Paraguay y cómo inciden en cada proyecto que desarrolla con su equipo. Contó que trabajan sobre todo con artesanos locales y, en muchos casos, realizan obras construidas con materiales extraídos del mismo suelo donde se edificaron las viviendas.
Además, comentó que buscan desarrollar proyectos sin afectar el paisajismo, respetando la naturaleza que habita dentro de cada predio o, si hay poca vegetación, instalando más espacios verdes en cada entorno.
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“Siempre hacemos referencia a los pueblos originarios, que son fuente de inspiración por toda esa sabiduría que siempre nos regalan y estamos perdiendo con el tiempo”, mencionó. Puso como ejemplo la típica “pamoi”, una artesanía hecha en el Chaco Paraguayo, una cinta que se convierte en una silla transportable, puede utilizarse para sostenerse al escalar árboles o cargar a los animales cazados o a los hijos pequeños para trasladarlos. Está hecho del caraguatá, que se obtiene de árboles nativos.
“Tiene un alto diseño hecho a mano, es un diseño tan interesante que resuelve tantas cosas. Si la arquitectura pudiera entender este concepto del pamoi, pienso que estaríamos mucho mejor”, sentenció. El connacional concluyó en su ponencia que la arquitectura verde no debería ser muy costosa, sino más bien accesible para todas las personas.
Valorar los materiales locales
En contacto con ABC, Cubilla agradeció por el galardón y dijo sentirse honrado de estar junto a su mentor, Solano Benítez. Sin embargo, acotó que le parece que en la actualidad ya no deberían existir solo algunos pocos arquitectos que implementen esta filosofía en sus obras. Agregó que el desarrollo sostenible debe ser algo prácticamente lógico y natural.
El arquitecto comentó la importancia del concepto de “economía circular” y calificó de esencial el hecho de comprar materiales producidos por Paraguay, que son muy valiosos y de buena calidad. Agregó que los maestros de obras y arquitectos no deberían regatear por precios, sino valorarlos y así ayudar al crecimiento de las familias en el país.
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Así también, mencionó que las obras no solo deben ser pensadas para quienes van a habitar en ese edificio o vivienda, sino también en todo el vecindario y cómo va a afectar la edificación. En ese sentido, señaló que pensando en todos esos conceptos, constantemente van implementando techos que recolectan el agua de la lluvia y sistemas de purificación de aguas grises, entre muchas otras medidas.
Finalmente, instó a sus colegas a no solo guiarse por las tendencias arquitectónicas modernas, sino tomar como ejemplo todas las costumbres locales, las enseñanzas de los pueblos originarios y, sobre todo, la riqueza del entorno y los materiales que se producen a nivel local, siempre teniendo en cuenta la arquitectura sostenible.