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Con frecuencia las personas en redes sociales se quejan de las temperaturas extremas y afirman que “¡nadie puede estar de buen humor con este calor!”. El profesor Julio Torales explicó que se han realizado muchos estudios relacionados a cómo afectan las olas de calor a la salud mental.
Contó en principio que las altas temperaturas con frecuencia producen el denominado “estrés térmico”, generando una inflamación cerebral y una alteración de los neurotransmisores serotonina y dopamina, “que desempeñan un importante papel en el estado de ánimo, la función cognitiva y el desempeño de tareas complejas”.
Mencionó por ejemplo que si se comparan los datos entre las olas de frío con las olas de calor, estas últimas son más dañinas para la salud. Si bien en el invierno se ven trastornos depresivos, en el verano incrementan los cuadros de ansiedad, depresión y estrés.
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Explicó que en estudios epidemiológicos en Paraguay se evidenció un aumento en la cantidad de consultas de urgencias en psiquiatría y psicología durante el verano. “También hay considerables crisis, por ejemplo, de trastornos de la personalidad y agresividad y situaciones de violencia intrafamiliar” resaltó en contacto con ABC.
¿Quiénes son los más afectados?
Según el doctor, no solo los pacientes con diagnósticos de enfermedades mentales son los que se ven afectados durante las olas de calor, sino que cualquier persona puede empezar a sufrir algún tipo de trastorno por estrés térmico.
Mientras que los pacientes que tienen su enfermedad controlada, con estas olas de calor pueden sufrir algún tipo de recaída. Es decir, cualquiera puede sufrir el estrés térmico y terminar con diagnóstico de algún problema que estalló durante la ola de calor, reiteró.
¿Qué hacer?
El especialista comentó que mientras se esperan las temperaturas más agradables, quienes están tomando medicamentos deben seguir al pie de la letra las indicaciones de sus psiquiatras tratantes.
“Hidratarnos bien, comer liviano, utilizar ropa clara porque la oscura absorbe el calor y clara refleja la luz. Asimismo, es recomendable evitar el sobre esfuerzo y la exposición al sol durante los horarios más críticos”, señaló.
Indicó por ejemplo que si bien el ejercicio físico es necesario, durante los momentos de mayor calor, es preferible que la ciudadanía se encuentre protegida del sol.
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Ayudar a los demás
Por otra parte, indicó que si se detectan que personas de nuestro entorno están con un nivel de irritabilidad que sobrepasa la línea de lo habitual y se torna en agresividad, se debe aprovechar para conversar con ella y convencerla de ir con un especialista.
“Decirle: ‘Sabés qué, yo no te veo bien. Como amigo, te veo mal. Estás respondiendo mal a las situaciones diarias, estás siendo violento o te veo aislado. Francamente, para eso hay gente que estudió eso, te acompaño al médico psiquiatra para que te haga una evaluación’”, recomendó.
Parafraseando, dijo que “la roca” se rompe más por insistencia que por fuerza, por lo cual se recomienda, siempre con mucha delicadeza, “insistir e insistir”.
Más muertes
Sobre todo, el psiquiatra destacó que estudios realizados con diversas temperaturas ambientales muestran que por cada 1 °C de aumento de la temperatura, existe un incremento del 2,2% en la mortalidad relacionada a la salud mental.
Es que durante las olas de calor se puede producir un aumento de la mortalidad relacionada al abuso de sustancias, complicaciones de las demencias, suicidio y autolesiones.
Finalmente, instó a las personas que están pasando mal, a que dejen de lado el estigma social y el miedo a la consulta psicológica y agenden una cita con la Cátedra de Psiquiatría del Hospital de Clínicas, a través del 0992 782 394, de lunes a viernes.
En caso de urgencias, tanto de adultos como de niños, acudir directamente al hospital. “Si no te atienden en ese número, insistí, hay muchas llamadas, pero hay que tener paciencia”, sentenció.