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–La comisión bicameral que plantean para el caso RGD tiene aprobación del Senado, pero falta Diputados. ¿Qué falta para operar?
–Como era de esperarse se le está dando largas al asunto en Diputados. Mis expectativas son mínimas. La bicameral es una buena herramienta. Por eso queremos conformarla. De todas maneras nosotros tenemos un equipo que ya hizo buena experiencia en el caso Messer.
–¿A quiénes investigaría la bicameral que les pueda molestar?
–Aquí hay varias líneas de trabajo. Por ejemplo, el tema de la presunta o probable inversión en criptomonedas por parte de González Daher. De eso tengo incluso un reporte preliminar que es demasiado fuerte. Emma González Ramos que era la abogada, es la persona que llevaba adelante todas las demandas por parte de González Daher. Su hija está involucrada en una empresa de gestión de valores que no tiene autorización ni de Superintendencia de Bancos ni de la Comisión Nacional de Valores. Esta chiquita tiene 27 años. Cuando tenía 24 ya se ponía propiedades a su nombre. Por otro lado hay un tendal de afectados que no son buscados ni investigados. Hay 3 o 4 denunciantes nomás y 3 o 4 adherentes a esas denuncias. Pero acuérdese que son 500 y más las personas que fueron delatadas por González Daher. Después hay cero investigación respecto a las instituciones, tanto del Poder Judicial, Fiscalía, Superintendencia de Bancos, Seprelad y de la Comisión Nacional de Valores quienes no cumplieron su papel en todo estos años.
–El señor siguió trabajando desde la cárcel cobrando sus cheques. No pensó que esto iba a llegar tan lejos, hasta la condena. Se le fue de las manos.
–En Guardia de Seguridad (Agrupación Especializada) se iban a pagarle sus deudores. A uno le entabló una demanda extorsiva, Armindo Vera. Después se roban los cheques de la guarda judicial y aparecen en poder de González Daher. Eso es flagrancia. Si desde la cárcel seguía operando, si eso no justifica la cárcel entonces qué más. Yo creo que la expectativa de pena puede ir a 25 años. Por vyrorei (nada) se va la gente a la cárcel y el no va.
–Movía sumas siderales...
–Solamente en este caso el movimiento es de casi mil millones de dólares, el de los cuatro denunciantes. Después hay muchos otros casos que no entraron en la valoración ni en la cuantificación.
–Dicen que prestaba hasta a bancos. ¿Era como un superbanco?
–Los peritos aseguran que ese dinero tiene que tener otras fuentes, no solo de González Daher. Tengo varias versiones pero eso no quiero decir sin tener un papel de evidencia pero me dicen que incluso hay dinero del narcotráfico. Se trata de una persona que no tenía ningún escrúpulo. Jueces me comentaron que era tan abierto todo que si usted prestaba plata de él, los cheques que cobraba los depositaba en su cuenta. No había ningún justificativo de dónde venía esa plata. El tenía oficinas en dos bancos.
–Hacía oficina.
–El otro mecanismo que hay que investigar son las fuentes de dinero. Una de las fuentes yo creo que es este tema de las criptomonedas. Tengo un reporte primario de empresas vinculadas aquí y en Estados Unidos. Esa es una de las cuestiones. Las otras fuentes son producto de lavado de dinero. En peritaje dicen taxativamente que González Daher siempre superaba sus límites de operaciones bancarias aprobadas. Si usted declara una determinada cantidad de dinero, el banco dice: “usted puede mover hasta este límite de dinero en esta cuenta.” No se puede pasar el límite. Si se pasa, el banco está obligado a reportar a Seprelad como “operación sospechosa”. Nunca ocurrió eso. Incumplieron totalmente, y los que debían haberle obligado a cumplir y a detectar en estos 10 años o más que operó el esquema González Daher, que eran Superintendencia de Bancos, oficina anti lavado del Banco Central del Paraguay, Seprelad y la Comisión Nacional de Valores, no hicieron nada absolutamente.
–Lo importante es que se llegó a esa sentencia.
–Yo le dije a la fiscala general del Estado en una audiencia: “Usted cajonea este asunto”, por el caso Messer. “Usted no investigó con respecto a los responsables institucionales que estuvieron involucrados. Pero usted no va a ser eterna en ese cargo y, segundo, las relaciones de poder cambian. Usted va a dejar de ser fiscala general del Estado y la relación de poder puede cambiar. Y en ese momento usted se convierte en cómplice y en una persona que obstruyó la justicia”, le dije. Le dije que el caso no va a prescribir y que ella podía pasar a ser parte de los acusados alguna vez.
–Jueces y fiscales eran funcionales en este esquema mafioso. ¿Cómo sus colegas van a investigarlos?
–Totalmente funcionales. Se sabe todo quiénes eran. Hay una lista y están los casos que cada uno vehiculizó a favor de González Daher. Cuando me lleguen algunos informes que me faltan yo voy a presentar una demanda penal innominada contra una asociación criminal que había detrás de González Daher.
– En su sentencia la jueza Claudia Criscioni pidió perdón en nombre del sistema de justicia, reconociendo la existencia de un poder criminal que manejaba el Estado.
–Sí, porque le salpica a todos, hasta a Mario Abdo. Estos excolaboradores de González Daher, el tal Arza o el Iván, son tipos emparentados políticamente con la esposa de Mario Abdo. Esto tiene alcances que si uno hurga fino pueden aparecer amigos, vecinos, correligionarios. Yo creo que este caso de Ramón González Daher es la punta del iceberg de cosas mucho más gruesas. Tengo suficiente información como para aseverar lo que estoy diciendo.
–Al pedir una bicameral de investigación ¿usted duda que en el Poder Judicial y la Fiscalía puedan llegar al fondo?
–Por lo menos hasta ahora no ocurrió nunca eso. Mi deseo es que lo cumplan pero mi expectativa es que no lo van a cumplir. La Bicameral puede sacar a luz todos estos aspectos. No solamente de la usura se enriquecieron. Aquí hay otras fuentes. Desde el Congreso, de la bicameral de investigación, podemos ver todos los alcances, desde lo jurídico, lo político, lo delictivo, lo institucional..., es decir, todas las patas de este asunto. Podemos ver todo en un solo paquete. Puede que igual termine en un opareí. Puede ocurrir, tipo el caso Messer. Nosotros hicimos ahí un estudio muy fino, bien documentado. Después llamamos a la Fiscalía que cajoneó.
–Estamos en un año electoral. Muchos van a querer cargar al rival de turno para sacar partido.
–Está muy cambiante el asunto. Se vincula a González Daher al cartismo. En el Senado (donde hay pocos cartistas) la aprobación para formar la bicameral de investigación salió en forma casi unánime. En Diputados está más difícil. De todos modos, en la investigación hay personas emparentadas con la esposa del Presidente. La Comisión Nacional de Valores está bajo control del Poder Ejecutivo. Entonces, esto está salpicando a uno y otro sector. Y en estos tiempos en que se están cambiando de bando por el tema electoral, uno no sabe si cómo van a actuar los diputados, pero se requiere de la aprobación de Diputados para empezar a trabajar.
–¿En qué medida, delincuentes como éste, con influencias en el núcleo de la política y el Poder Judicial, pueden torcer elecciones?
–Como se ve, esta es una estructura, un mecanismo delictivo que tiene su pata institucional, su pata política, su pata mafiosa, su pata financiera y su pata en el sector público. Cada una de esas patas cumple un rol para la comisión de graves hechos delictivos. Discutir quién gobierna es demasiado importante. Si no rompemos este círculo vicioso, hasta buena gente que haga bien un trabajo de investigación puede terminar en la nada. Por eso quién maneja la lapicera es tan importante. Yo personalmente tuve una gran experiencia con el caso Messer vinculado a Horacio Cartes. Hicimos un trabajo detallado, preciso. Lo entregamos con moño y todo a la Fiscalía pero ahí se cajonea. Tuve mega amenazas de muerte y hasta ofrecimientos de 200 a 250 mil dólares para no incluir nombres en mi informe final. Me di cuenta que la satisfacción personal por un trabajo así no es suficiente si no hay una continuidad institucional. Si vamos a trabajar con resultados tenemos que tener fiscales que actúen como perros de presa y un Poder Judicial con cabezas decididas a imponer justicia. En Estados Unidos le cae a uno un inspector del Ministerio de Justicia y tiembla hasta el más pintado. Nota completa en ABC Digital.