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El informe señala que en el escenario internacional se resalta el importante rebrote de la pandemia de covid-19 impulsado por la variante denominada ómicron. “No obstante, conforme a los registros disponibles, la duración de las olas de contagios y la tasa de letalidad serían menores a las observadas anteriormente”, añade. Indica que con relación a la economía mundial, en diciembre se constató una mejora en el indicador global de producción por avances en el sector manufacturero, mientras que el indicador de servicios exhibió una desaceleración. “Las perspectivas de crecimiento del PIB de los principales socios comerciales continúan siendo positivas, aunque ligeramente menores a las previstas en el mes anterior. En cuanto a los precios de commodities, se resalta el alza de las cotizaciones del petróleo, del gas natural y de la soja”, expresa.
En los mercados financieros, se verificó un aumento en los rendimientos de títulos valores en las principales economías avanzadas, en línea con las expectativas del mercado de una suba anticipada de tasas de fondos federales por parte de la Reserva Federal. En cuanto al ámbito regional, sostiene que se siguieron registrando tasas interanuales positivas en los indicadores de actividad de corto plazo en noviembre pasado, pero no obstante, el aumento de contagios por covid-19, también vinculado a la variante ómicron, representa un riesgo a la baja para las perspectivas de crecimiento.
Los países registraron tasas anuales de inflación superiores a sus respectivas metas, esperándose una moderación en 2022, sostiene.
Economía local y riesgos
El BCP señala que en el plano local, el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAEP) creció 4,8% al mes de noviembre, explicado por servicios, manufactura, construcciones y ganadería. “El Estimador Cifras de Negocios (ECN) registró una expansión acumulada de 9,2%, explicada por el aumento en las ventas de la rama comercial, de otros servicios y de la industria manufacturera”, agrega. Añade que en el periodo reciente, los riesgos a la baja para la actividad económica, que fueron señalados en el comunicado anterior (condiciones climáticas adversas y deterioro de la situación sanitaria), se han materializado en las últimas semanas. “No obstante, el avance en el proceso de inmunización y la probable menor duración de las olas de contagios provocadas por la variante ómicron podrían impactar en menor medida sobre la actividad económica, especialmente en el sector servicios”, dice el BCP.
Asimismo, la inflación total de Paraguay cerró el año 2021 en 6,8%, explicada, en gran medida por el incremento de los precios de los alimentos y de los combustibles, los cuales han sido afectados por los altos precios de commodities.
Con relación al balance de riesgos para el año 2022, destaca que el aumento de los precios del petróleo y los efectos de la normalización inminente de la tasa referencial de la Reserva Federal son elementos que podrían presionar al alza a la inflación local. Sin embargo, sostiene que el debilitamiento de las perspectivas económicas domésticas por la sequía y la pandemia, son factores que podrían contrarrestar estas presiones derivadas del ámbito externo.
“En este escenario, el Comité consideró apropiado seguir con el proceso de normalización de la política monetaria, pero moderando el ritmo de ajuste”, dice el comunicado. En pandemia la tasa de política monetaria se había reducido de 4% a 0,75% para estimular la reactivación de la economía por el lado del crédito, pero en el segundo semestre del año pasado empezó a ajustarse paulatinamente y en noviembre en forma drástica se eleva al nivel prepandemia, con la intención de contener la inflación que se aceleró.