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En el puerto de Ayolas, ubicado aguas abajo de la Central Hidroeléctrica Yacyretá (CHY), la altura del río Paraná es tan solo de 8 cm., según lectura del hidrómetro. El cauce normal es de 1 metro, 80 centímetros.
Norma Vergara, comerciante ayolense, dijo que por la baja altura del río, la pesca es prácticamente nula y muchas familias que dependen de esta actividad comercial para conseguir el sustento diario no están pudiendo pescar y ya comienzan a sentir algunas necesidades por la falta de recursos económicos.
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La situación también alcanza al sector turístico, puesto que las personas ya no van a pescar ni gastar su dinero en la comunidad, por lo que tampoco hay circulante de dinero en el rubro hotelero y en los locales de venta de carnadas.
A esto se le suma que algunos lavaderos de autos, lavanderías, locales gastronómicos y otros no pueden trabajar por la falta de agua potable en los diferentes barrios de Ayolas. Eso pone en riesgo puestos de trabajo de muchas personas que no tienen otro ingreso.
Por su parte, Carlos Arrechea, gobernador de Misiones, dijo que Ayolas y los demás distritos del departamento están atravesando por una situación muy difícil; por un lado, están los pescadores que ya no pueden pescar para obtener sus ganancias, debido a la bajante de los ríos Paraná y Tebicuary. Esta situación ya hizo que las organizaciones pesqueras pidan algún tipo de ayuda.
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Por otro lado, la extrema sequía destruyó muchos rubros de autoconsumo y de rentas como mandioca, maíz, maní, poroto, entre otros. Productores que sembraron hasta el 15 de septiembre pasado lograron salvar sus cosechas, pero lo que sembraron después de esa fecha, perdieron la totalidad de sus cultivos. De 8.000 familias productoras agrícolas de Misiones, unas 4.500 a 5.000 sufrieron pérdidas totales.
“Estas son dos situaciones críticas que afectan directamente a nuestra gente, a esto se suman los incendios de gran magnitud que se tienen en diferentes puntos del departamento de Misiones; productores ganaderos sufrieron daños en sus campos donde se alimentaban sus animales”, comentó Arrechea.
Seguidamente, manifestó que las predicciones no son nada alentadoras para los próximos días, en lo que resta de enero no se anuncian lluvias importantes; en febrero tampoco se pronostica precipitaciones grandes para alivianar la sequía. Eso significa que hacer trabajos de siembra de algunos cultivos no es recomendable porque se volverán a perder.
“Ahora estamos conversando con los intendentes y representantes de organizaciones, para asistir con kits de alimentos a todos los perjudicados durante estos tiempos de crisis, porque volver a desarrollar los cultivos será un fracaso porque no habrá lluvias en los próximos días”, agregó.