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Con el aumento de casos sospechosos de COVID-19 debido a la llegada de Ómicron, los hospitales empiezan a colapsarse una vez más. De la misma manera, la demanda de test hoy está prácticamente descontrolada.
El callcenter 154 no da abasto para agendar a los sintomáticos y los principales puntos de toma de muestras en los que no se requieren agendamiento tienen extensas filas. Es la situación del autódromo Rubén Dumot, que ya se convirtió en el “hisopódromo” y a diario recibe a cientos de personas que buscan realizarse el test antígeno.
La cola de vehículos es tan extensa que, al igual que la temporada de alta demanda de vacunas, la cola da vueltas por varias cuadras a la redonda. El calor es inmenso y los pacientes con fuertes síntomas deben padecer la larga espera dentro de sus rodados.
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La fila avanza extremadamente despacio y los trabajadores de la Secretaría de Emergencia Nacional que se encuentran organizando a las personas admiten que están colapsados. Mientras tanto, el puesto de vacunación está totalmente vacío, por lo cual surge el cuestionamiento del por qué no se habilitan más puestos de toma de muestras en esos carriles.
Por otra parte, los pacientes con síntomas que necesitan acceder a una atención médica en los sectores de urgencia reportan esperas muy prolongadas, de dos e incluso hasta seis horas, debido a que los nosocomios también están colapsándose ante la gran cantidad de pacientes con covid.
Los pacientes lamentan que deban exponerse a muy largas esperas antes de siquiera saber si son positivos o no, en ambientes donde a veces ni siquiera hay distanciamiento físico.
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