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Los fieles van todos los años a pagar sus promesas, y otros para agradecer los milagros que recibieron al encomendarse al Santo Rey San Baltasar. Algunos, no solo van a agradecer con su presencia, sino que llevan regalos que reparten a los niños, mientras que otros llevan dulces y golosinas para el deleite de los pequeños.
Una de las tantas historias es la de la familia Núñez Viera, que llegó hasta el oratorio desde Caacupé. Cuentan que en febrero del año 2021 pasaron por una situación muy angustiante, y a causa de eso pidieron al Santo Rey San Baltasar por la recuperación de su único hijo, Ezequiel Núñez Viera, de 22 años.
“Lo que nosotros recibimos fue un milagro. Teníamos un diagnóstico de que mi hijo quedaría cuadripléjico. Nos encomendamos al Santo Rey San Baltasar, y también a nuestra madre la Virgencita de Caacupé. Mi hijo entró en terapia 28 días, y casi 22 días estuvo internado para su recuperación. Los médicos nos dijeron que fue a causa del Covid-19, aunque a el se le hizo todos los análisis y dio negativo al virus. Sin embargo, tuvo dificultad para respirar, tuvo trombosis, ACV, y muchas otras dolencias que surgieron a medida que avanzaban los días, pero gracias al milagro hoy está de pie”, cuenta la madre de Ezequiel, Astrid Viera.
Hoy como forma de agradecimiento, fueron a repartir helado palito a todos los niños, que fue hecho por la familia. Prepararon alrededor de 200 postres frescos para entregar en agradecimiento al milagro que recibieron.
Otra mamá que hace años va a pagar su milagro, es Sabina Escobar. Ella cuenta que quería tener un hijo varón, pues ya tenía tres niñas se encomendó al santo y obtuvo el milagro del Santo Rey San Baltasar al tener un hijo varón, que desde bebé va con su mamá vestido de capa ropa y corona a agradecer el milagro de vivir, y ayudar a su mamá a pagar la promesa.
Gaspar Chávez, hoy tiene 16 años, y no se avergüenza de ir vestido de Rey. Es más dice que se ha vuelto un fiel devoto de su santo patrono, y que cada año se prepara con mucho entusiasmo. “El año pasado no pudimos entrar, pero este año vinimos. Cada año agradecemos por mi vida”, dijo el joven.
Así muchos niños y niñas, jóvenes y bebés, van a visitar al Santo Rey San Baltasar, que además de dar milagros ofrece mística, espiritualidad, y diversión bajo sus mangales con los divertidos juegos de carrusel, rueda gigante, gusanitos, juego de acertijos y destrezas, como también abundante chipa y butifarra que se puede encontrar desde la entrada al oratorio.