Cargando...
Muchos feligreses que ya saben de la elaboración de la tradicional tallarinada colaboran con los ingredientes. Acercan porciones de pollos, carnes, verduras, condimentos para sazonar el plato, y la infaltable pasta. Además, del aporte que realizan entre toda la familia Peña-Velázquez para completar siempre los ingredientes, que según cuentan siempre hay en abundancia.
“Nosotros hacemos cada año la tallarinada y es increíble porque sobra todo. Tenemos la bendición de que nuestro Santo Rey San Baltazar a través de los fieles nos ayuda para preparar varios platos. Por lo general, la gente ya sabe que hacemos la tradicional tallarinada, y vienen a traernos todos los ingredientes, y nosotros también colaboramos entre toda la familia. Cuando es el día, si no se quedan a almorzar, traen su vianda y nosotros les cargamos para que lleven. Este año preparamos 300 porciones que fueron distribuidas entre todos y que se sirvió a todos los feligreses”, comenta Don Valentín Arrúa.
Lea más: Preparan fiesta patronal a San Baltasar en Capiatá
La preparación del menú, comenta Don Valentín, que elaboran como una previa al día del Santo Rey San Baltazar, porque el 4 de enero se reúnen los familiares para preparar y adornar el oratorio. Así el lugar ya queda listo para el día siguiente, y solo ultiman algunos detalles, ya que, desde la noche, víspera del 6 de enero, y desde la madrugada de la fiesta patronal llegan los fieles hasta el lugar para cumplir sus promesas.
Fiesta Patronal
Los entretenimientos no faltan en el predio de la casa familiar. Detrás del oratorio, un grupo de circenses ya instalaron todos los juegos, entre los que se puede citar los carruseles, el carrito de gusano, la rueda gigante, y los juegos de azar, que se pone a disposición de todos los creyentes, y sobre todo de los niño, quienes disfrutan de las atracciones.
En el día, muchos feligreses llegan para pagar sus promesas y agradecer por los favores que recibieron durante el año. Algunos hasta incluso van vestidos de coloridos atuendos, y utilizan el vestuario similar al que usa el santo rey, con colores rojo, naranja y amarillo, incluso la corona de rey. Otros en cambio, llegan con abundantes juguetes, que reparten a todos los niños que van hasta el oratorio, y que van acompañados de sus padres.