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Este martes por la mañana llegaron a la iglesia Cristo Rey, en Asunción, los restos mortales del sacerdote jesuita español Francisco de Paula Oliva, figura emblemática del cristianismo en Paraguay y un referente de la lucha por los derechos de las personas de escasos recursos, quien falleció ayer, lunes.
Luego de las 08:00 comenzó una misa en honor a Oliva, quien tenía 93 años de edad al momento de su muerte. La misa fue presidida por el obispo Mario Melanio Medina.
Una gran cantidad de personas del Bañado Sur de Asunción, donde el religioso español trabajó durante gran parte de su vida y donde su cuerpo fue velado, acompañó el féretro en su viaje hacia la parroquia Cristo Rey.
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Luego de la misa, el cuerpo del “pa’i Oliva” será trasladado al cementerio Santos Mártires, en la ciudad de Limpio, para su sepelio a las 10:00.
Nacido en Sevilla, España, en 1928, Francisco de Paula Oliva llegó a Paraguay en 1964, a los 35 años, para comenzar su labor religiosa, aunque se vio obligado a dejar el país en 1969 debido a la persecución a la que fue sometido por parte de la dictadura de Alfredo Stroessner.
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Regresó a Paraguay en 1995 y desde entonces dedicó su vida a la lucha por los derechos de las personas más pobres.
Desde entonces, gran parte de sus esfuerzos solidarios se centraron en las comunidades de la zona del Bañado Sur de Asunción, una de las áreas más pobres de la capital paraguaya, donde fundó la entidad benéfica Mil Solidarios.