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Esa actividad es realizada desde hace generaciones por familias del barrio Rosado de Tobatí que tratan de mantener viva la tradición.
Asimismo, los pobladores buscan que los estamentos responsables de promoción a la cultura departamental no los abandonen y los apoyen con la difusión de las actividades que realizan, que también forman parte del folclore paraguayo.
Los vecinos manifiestan que fortalecer el sentido de pertenencia es una materia pendiente del Estado.
“En los papeles quizá exista pero nuestra realidad es muy distinta, estamos criando jóvenes sin identidad, sin cultura ni tradición”, dijo el profesor Cristian Núñez, uno de los miembros de la organización.
Agregó que “el folclore es lo que nos identifica de un pueblo con otro, si eso se pierde uno dejará de decir ‘soy paraguayo o tobateño’, pues no sabremos qué es lo que somos ni de dónde venimos”.
Añadió que los vecinos del barrio Rosado se sienten abandonados y que la festividad se mantiene a nivel familiar, ya que todos los gastos son costeados por las familias y mayordomos, que son los dueños de los “santos reyes”.
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“Cuando la selección nacional va bien todos nos ponemos la camiseta que nos identifica como paraguayos, Nadia Ferreira nos hizo recordar que aún somos paraguayos y que tenemos algo que nos diferencia de los demás”, refirió el profesor.
Nuñez hizo una comparación para explicar la importancia de sentirse identificado con la cultura dentro de la sociedad.
“Un policía que es patriota difícilmente va a coimear, un docente que es patriota va a enseñar mucho mejor porque sabe que su acción contribuirá a construir un país mejor. Todo se resume que en pequeñas cosas como fortalecer la cultura puede generar grandes cambios”, dijo, y lamentó que en Paraguay se de poco valor al arte
Festividad en honor a San Baltasar y los Reyes
La fiesta que realiza se en la compañía Rosado de la ciudad de Tobatí comienza el 4 de enero, cuando los promeseros van llegando antes de la gran fiesta. Estos se congregan en una casa particular para preparar comida, hacer regalos y cumplir sus promesas.
Para la “Serenata del Alba”, una “Banda Para’i” casa por casa, hasta llegar al último hogar donde haya una imagen del Santo Rey, muy común en las viviendas de la zona, para recibir el 6 de enero, día en que se reparten golosinas y jugo a los niños.
Es infaltable el “kamba ra´anga”, que en guaraní es el mulato. La gente se disfraza y utiliza máscaras.
El 5 de enero se llevan todas las imágenes de las casas a la capilla de San Blas. Mientras se aguarda la llegada del día 6 se realiza la serenata y se presentan números artísticos.
El 6 de enero comienza con una misa central en la capilla San Blas, luego los devotos reparten comida, golosinas y regalos a los niños.
Un poco de historia
Esta festividad comenzó mucho antes de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), cuando en Tobatí algunas familias ya tenían un “Santo Rey” como representante de los Reyes Magos mencionados en la Biblia.
Durante la guerra, en zonas como Piribebuy y Barrero mucha gente encomendaban sus promesas a los “Santos Reyes”.
Luego de la guerra, muchas personas llegaban a la compañía Rosado para pagar sus promesas, especialmente desde ciudades como Primero de Marzo, Isla Pucú, Caraguaty y Barrero Grande, y la festividad fue ganando notoriedad en esa zona del departamento de Cordillera.
Las actividades de los promeseros incluyen repartir golosinas y regalos a los niños o realizar bailes con máscaras.
San Baltasar
San Baltasar es el “rey negro”, de origen mulato.
Un artesano se encarga de tallar la imagen del Rey Mago de preferencia de los peticionarios, que puede ser Gaspar, Baltasar o Melchor. De esta manera se va haciendo un amalgama de lo que corresponde a los tres reyes.
Máscaras de Timbó
Las máscaras que utilizan para realizar los bailes están hechas de la planta del timbó, que posee una raíz blanda que tiene mucha agua.
La gente saca la raíz de esta planta, la seca y la talla con elementos rústicos. Utilizando punzantes ya que son fáciles de moldear.