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Según los técnicos de Vallemí, tras las verificaciones realizadas se encontró que cayó completo el hormigón de la boca de entrada de horno y, en consecuencia, también las 12 placas de la máquina. “Se debe reemplazar cuatro placas, que no disponemos en reserva, por lo que se está buscando encontrar entre las que fueron cambiadas en la última parada”, explicó uno de los obreros de la fábrica.
Agregó que a las placas las sostienen bulones especiales con material de acero inoxidable, que no se tienen en Paraguay, y que una de las empresas proveedoras se comprometió a mandar hacer en el Brasil, con una espera de 10 a 12 días para la confección.
Sin embargo, un taller que se encuentra en Luque, cuyo nombre todavía se desconoce, se comprometió a hacer dichos bulones en dos días y el presidente Ernesto Benítez, aceptó sin titubear esta propuesta. ¿El taller de la firma Engineering de Luque es el que va a proveer estos bulones?, es la consulta que se niegan a responder en la estatal.
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“Si se le coloca de nuevo repuestos de mala calidad, el molino volverá a trabajar solo una semana, si aguanta el calor del horno esos bulones. Dudamos que se trate de una solución de calidad, por lo que nos espera en breve otra nueva parada, como se volvió una costumbre con esta administración”, resaltó el funcionario.
Justamente, según los técnicos, en la parada de dos meses para “mantenimiento” se cambiaron las placas y los bulones mencionados, pero por no cumplír con las normas rápidamente fallaron.
El horno de Vallemí sigue parado pese a que hace poco la INC invirtió casi G. 4.600 millones en su mantenimiento, trabajo que duró dos meses y por el que el presidente de la empresa hasta premió a empleados leales.
Durante el gobierno anterior, en la misma máquina se invirtieron US$ 30 millones de los recursos provenientes de colocaciones de bonos soberanos, pero pese a ello siguen los problemas.
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Dicha inversión se hizo para el cambio de combustible del “horno III de clínker”, que permitió modificar el sistema de combustión (de modo a que no solo pueda trabajar con fueloíl, sino también con combustibles sólidos, como coque de petróleo). Esta inversión salió del total de recursos que se inyectaron en el Gobierno de Horacio Cartes en INC, de US$ 80 millones de los bonos soberanos, pero que hasta ahora no dan los resultados prometidos