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La catequista Karen Villamayor estuvo a cargo de la coordinación del pesebre viviente y afirmó que fue un gran reto. “Es la primera vez que organizo un pesebre viviente, siempre estuvo a mi cargo la organización de la primera comunión, pero ahora tuve un gran desafío”, afirmó la joven.
Unos 30 niños que asisten a la catequesis en la capilla Virgen de Fátima del barrio Julio Correa de Luque, participaron de la emotiva recreación del nacimiento del niño Dios. La ambientación fue hecha con materiales reciclados y pintados.
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“Toda la escenografía lo hicieron todos los catequistas. Son unos genios. Yo me encargué de los ensayos, de la actuación de cada personaje. Los vestuarios quedaron a cargo de colaboradores de la capilla”, dijo Villamayor.
Karen, manifestó además que los ensayos duraron un mes aproximadamente y que el entusiasmo de los pequeños crecía diariamente ante la primera experiencia. También explicó que este año la catequesis no tendrá pausa y, como acto de clausura del ejercicio 2021, decidieron organizar el pesebre viviente. En el mes de enero, las clases seguirán en el templo.
Emotivo homenaje
La actuación de los pequeños culminó con la entonación e interpretación coreográfica de la alabanza “Ángeles de Dios”, dedicada al “profe Chelo”, quien falleció hace 20 días, aquejado de varias complicaciones en su salud. “Era su canción favorita”, dijo Karen al hablar de él.
Marcelo Ramírez, era un catequista alegre, quien con su carisma se ganó el aprecio de niños, jóvenes, padres y de sus propios compañeros. Todos lo recuerdan como “una persona servicial que estaba en todas partes”. El pasado 23 de diciembre debió cumplir 32 años.