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Se trata de Danilo Adrián Giménez Molinas, de 48 años de edad, quien fue dado de baja de la Policía Nacional en el año 2012, cuando era suboficial inspector.
Giménez trabajó mucho tiempo en el departamento Control de Automotores, por ejemplo.
Su detención se produjo ayer de mañana sobre la avenida Pastora Céspedes de la zona de Barcequillo, San Lorenzo.
El jefe de la comisaría 15ª Central, comisario principal Pablo Roberto Torossi Esquivel, dijo que recibieron un aviso de que había dos vehículos sospechosos rondando una zona comercial, uno azul y otro blanco, por lo que todos los agentes salieron de su unidad para hacer un recorrido por la jurisdicción, incluso en vehículos particulares.
De hecho, el propio comisario Torossi manejaba su vehículo particular cuando vieron a uno de los automóviles sospechosos.
Entonces, se inició una persecución que acabó cuando el conductor en fuga se vio acorralado y tuvo que parar.
Torossi y otros dos agentes redujeron al conductor del móvil, quien se identificó como expolicía.
Cuando lo llevaron a la comisaría, los efectivos se dieron cuenta de que el exsuboficial tenía pendiente una condena de tres años por estafa, con orden de remisión directa a la cárcel de Tacumbú, emanada por un Juzgado de Ejecución.
La situación de Danilo Giménez se agravó aún más cuando los uniformados descubrieron que el auto que manejaba, un Toyota Corolla blanco, en realidad era originalmente de color dorado y que estaba denunciado como robado en Itauguá.
En su descargo, el exefectivo policial dijo que compró de “buena fe” el vehículo.
Danilo Adrián Giménez Molinas tiene que ser remitido a prisión por haber vendido en 2010 por G. 60 millones una camioneta que, había sido, era robada en Brasil.
Por ese hecho, fue sentenciado a tres años, pero la pena se debía hacer efectiva una vez que el fallo quedara firme.
Aparentemente, desde que su sentencia quedó firme, el expolicía ya no se presentó ante la justicia, hasta que ahora fue detenido.