Sacerdote recuerda que Navidad no debe llevar a excesos ni a violencia

“La Navidad no es una fiesta para las bebidas ni comidas y menos aún para los excesos ni violencia”, dijo Luis Decoud, párroco de Nuestra Señora de la Asunción de San Juan Bautista. Abogó a que sea una fiesta de la familia.

El pesebre es la representación de cómo nació Jesús, hace más de 2000 años.
El pesebre es la representación de cómo nació Jesús, hace más de 2000 años.ABC COLOR

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SAN JUAN BAUTISTA. El párroco de Nuestra Señora de la Asunción de esta ciudad, padre Luis Decoud señaló que en la Navidad se celebra el nacimiento de Jesús que es la manifestación de Dios, que envió a su hijo para salvar a la humanidad de los pecados. Exhortó a los fieles a pasar el 24 de diciembre, la Nochebuena, en familia, con alegría, paz y en oración en torno al pesebre.

Padre Luis Decoud, párroco de Nuestra Señora de la Asunción de San Juan Bautista, Misiones.
Padre Luis Decoud, párroco de Nuestra Señora de la Asunción de San Juan Bautista, Misiones.

“La Navidad no es una fiesta para las bebidas ni comidas y menos aún para los excesos ni violencias”, remarcó el párroco de esta capital departamental.

El padre Decoud señaló que así como la Semana Santa, la Navidad es una de las liturgias más importante de la Iglesia Católica. “Dios se hizo pequeño, como nosotros, nació en un pesebre, en medio de la humildad, donde se refugiaron José y María”, puntualizó.

Explicó que Dios habló durante todo el tiempo a través de los profetas y que en la Navidad envió a su hijo que se encarnó en María y se hizo hombre. “Jesús vino a redimir, a salvar al hombre del pecado y sacarnos de la oscuridad”, enfatizó.

Tiempo de oración

Según el padre Decoud, la Navidad es tiempo de oración y de reflexión para recibir a Jesús en el corazón. Sostuvo que durante este tiempo de Adviento, los sacerdotes predican que la Navidad se debe pasar en familia y en oración. Es el mensaje de la Iglesia porque es día del encuentro familiar, del perdón y de alegría por la venida del Salvador del mundo”, dijo Decoud, al tiempo de señalar que para la Iglesia Católica, la Navidad no es un acontecimiento para la farra ni para la borrachera y menos aún de excesos que terminan en violencias, enfatizó el religioso.

Alegría el paz interior

Explicó que el cristiano debe sentir alegría, paz, amor y esperanza. Pero aclaró que alegría significa gozo, paz interior que se debe transmitir a los demás. “No se trata de risas, sino experimentar la alegría que nace desde el interior de la persona resultado del cambio interior y del encuentro de Dios y con los hermanos”, dijo.

“La causa de la alegría está en el Señor. Es en él que encontramos la verdadera paz. No es un pasar bien con bebidas ni comidas”, remarcó el sacerdote. Subrayó que los cristianos tienen que redescubrir dónde está la verdadera alegría y la verdadera felicidad.

“La Navidad es para recordar que Dios es amor y que vino por nosotros para salvarnos. Es el momento de estar juntos, de conversar, reflexionar y de rezar en familia alrededor del pesebre”, expresó el padre Decoud.

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