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A pesar de que la reserva natural San Rafael, de 73.000 hectáreas, es uno de los pocos lugares que mantiene su biodiversidad, también es una zona en la que se producen invasiones por parte de campesinos, quemas provocadas y la tala indiscriminada de árboles ante el ninguneo de las autoridades.
Al ingresar por los senderos de la reserva natural San Rafael, personas desconocidas detienen a los que transitan por la zona para conocer la razón de su ingreso. Estos guardias, a veces armados, generalmente resguardan la zona de extracción ilegal de madera u otras acciones ilícitas.
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Alicia Eisenkölbl, directora ejecutiva de la Asociación Pro Cordillera San Rafael (Pro Cosara), denunció que la mayor irregularidad que se percibe en la reserva natural San Rafael es la extracción ilegal de madera. Expresó que desconocidos ingresan a la reserva y deforestan indiscriminadamente sin importarles nada.
Así también, se logró identificar varias actividades ilícitas como incendios provocados que llegaron a ser incontrolables. “Aprovechan las quemas y realizan cambios y uso de suelo, actividad que está totalmente prohibida”, expresó Eisenkölbl. Anteriormente ya se había detectado cultivo de marihuana en la zona.
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Denunció también la casi nula participación de las autoridades para intervenir las irregularidades en el bosque. “Mínimamente tenemos 10 denuncias en Mades, Infona, Gobernación de Itapúa y la Fiscalía Ambiental”. Expresó que en este año solo los agentes de la Fiscalía se apersonaron en dos ocasiones. Los casos fueron relacionados a invasión de tierras y no por delitos ambientales que son los que más ocurren.
Gobierno no acciona para convertir San Rafael en parque nacional
A pesar de que el gobierno haya declarado reserva al San Rafael en 1992, todavía no se realizó la gestión de compras de propiedades para realizar la conservación respectiva. Desde Pro Cosara, calculan que aproximadamente existen 60 propietarios de tierras, lo que genera complicaciones para la conservación del área.
Hace casi 30 años que se espera la declaración de este lugar como Parque Nacional con el fin de trabajar para la preservación de las especies de la fauna y flora local.
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“Muchas veces ocurren invasiones o extracciones de madera en una propiedad privada; pero los dueños ni siquiera saben. A veces, los dueños son demandados por la tala indiscriminada sin ser ellos los autores”, acotó la activista.
Realizan patrullaje en San Rafael, ante constantes irregularidades
Desde la organización Pro Cosara, expresan que cada semana realizan patrullaje en la reserva San Rafael y, ante una irregularidad, notifican a las instituciones correspondientes. “Las áreas centrales del bosque, donde no hay comunidades, son las más afectadas por la deforestación”.
Según datos del Ministerio del Medio Ambiente, en el año 2020 se perdió al menos el 30% de la reserva luego del mega incendio que ocurrió en la zona. Generalmente son incendios provocados por personas innominadas para poder sacar provecho de las tierras de la zona.
La Reserva para Parque Nacional San Rafael, es territorio ancestral Mbya Guaraní, también conocido como Tekoha Guasu. Hoy forma parte de los dos únicos remanentes más importantes del Bosque Atlántico del Alto Paraná (BAAPA).
En Itapúa, las organizaciones Procosara y Guyra Paraguay trabajan para la conservación de la reserva San Rafael.