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Por 29 votos a favor, ocho en por el rechazo, seis abstenciones y dos ausentes se aprobó el proyecto con modificaciones. El proyecto en general establece como órganos reguladores para el establecimiento de granjas de minería de criptomonedas en nuestro país al Ministerio de Industria y Comercio (MIC), a la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), la Secretaría Nacional de Prevención de Lavado de Bienes y Activos (Seprelad), el Banco Central del Paraguay (BCP).
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Una de las modificaciones aprobadas el proyecto original refiere a que en vez de que el MIC otorgue licencias a las empresas interesadas en producir criptomonedas, simplemente llevarán el registro. Esta propuesta fue planteada por el senador Rodolfo Friedmann (ANR, oficialista) y secundada por su colega Sergio Godoy (ANR, cartista).
El argumento principal para dicha modificación es que temían que dar la potestad al MIC de aprobar o rechazar permiso, abriría la posibilidad de discriminar o beneficiar a ciertas empresas.
Otra modificación introducida corresponde al artículo 8º, donde se agregó un requisito para que las empresas se instalen cerca de las subestaciones de la ANDE, a fin evitar pérdidas en la transmisión de energía. También se estableció que el uso del servicio de la ANDE para el usufructo de energía sea mediante un sistema prepago.
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El proyecto establece estas empresas dedicadas a la minería de criptomonedas como electrointensivas, por la cantidad de energía eléctrica que requieren para operar las máquinas que realizan las operaciones que finalmente se convierten en activos digitales.
Durante el debate, las senadora Desirée Masi (PDP) afirmó que tanto el BCP, como la Seprelad y otras instituciones se opusieron al proyecto o como mínimo pidieron más tiempo de análisis.
Tras la aprobación, la senadora Esperanza Martínez (FG) cuestionó que en la Ley, ningún artículo establece realmente que estas industrias pagarán más por la energía que usarán. El senador Enrique Salyn Buzarquis (PLRA) refirió que el beneficio será que pagarán por la energía que no se usa fuera de las horas pico, y que en teoría se pierde.