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En varias zonas de Alto Paraná la sequía ya es bastante prolongada, tal como ocurrió el año pasado; por ejemplo, en Iruña se está sufriendo casi la misma falta de agua que se tenía a esta altura en el 2020, zafra en la que los productores de esa parte del país cosecharon apenas 1.000 kilogramos por hectárea, comentó el presidente de la Asociación de Productores de Soja y Oleaginosas y Cereales (APS), Eno Michels, con base en reportes de sus asociados.
Añadió que según los productores de numerosas zonas del país se está dependiendo de lo que pueda pasar este fin de semana, porque si no cae la lluvia, algunos se pondrán a destruir sus cultivos para convertirlo en cobertura vegetal, con el implemento rollo-cuchilla. Agregó que si más adelante llegan buenas lluvias, harán la resiembra.
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Contrapuso que hay muchas zonas donde la situación está más controlada; por ejemplo, parte del distrito de Carlos Antonio López y otras áreas, como la parte norte del departamento de Itapúa. Esto es debido a que allí hubo buenas lluvias.
Igualmente dijo que en la zona central de Santa Rita se ven muy buenos campos, pero pasando unos 30 kilómetros el panorama cambia abruptamente y la situación varía muchísimo, desde cultivos regulares hasta muy feos por causa de las sequía. Mencionó que para hacer un diagnóstico del impacto de la sequía se deberá esperar si llueve este fin de semana y cuánto, pero si no caen buenas lluvias en los próximos días se podrá tener una merma importante.
Según los datos, algunos directivos de la APS señalaron que muchos productores ya están pensando en la resiembra.
Michels citó otros casos de zonas complicadas por la sequía como Capiibary, departamento de San Pedro, y Nueva Esperanza, departamento de Canindeyú, lugares en los que las pérdidas son mayores e irreversibles, en donde hablan de 40%. “Si este fin de semana no caen precipitaciones importantes, las pérdidas serán grandes”, vaticinó.
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