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Se trata de Máximo Cabrera Alarcón (41), más conocido en aquella región del país como “Chiquilo Cabrera”, quien cuenta con 12 órdenes de captura y una treintena de antecedentes, casi todos por abigeato, según confirmaron fuentes de la Dirección de Policía de Caazapá.
Chiquilo Cabera es uno de los criminales más temidos que hasta esta mañana operaban en Caazapá y siempre andaba armado con una pistola calibre 9 mm. Poseedor de una envidiable puntería, con fama de muy escurridizo, el sospechoso logró eludir a los agentes en al menos 30 allanamientos anteriores.
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Según los pobladores, Chiquilo Cabrera lideraba constantes robos de animales vacunos en las haciendas de la región. Los pequeños productores, dueños de tambos lecheros y hasta los agricultores no se salvaron de su accionar.
Esta verdadera estructura criminal faenaba los animales robados en la misma zona y sacaba la carne hasta los pequeños comercios instalados en los suburbios de la ciudades a bordo de automóviles y camionetas.
Tras un buen tiempo de seguimiento, finalmente esta mañana un grupo de oficiales de Investigaciones al mando del comisario Heladio Martínez localizó al hábil maleante a unos 25 kilómetros de la ciudad de San Juan Nepomuceno, en la localidad conocida como Ñurundaiy, donde lo acorralaron.
Chiquilo Cabrera, pistola en mano, intentó abrirse paso a tiros, pero esta vez la suerte definitivamente no estaba de su lado y tras dar unos pasos cayó al suelo al ser alcanzado por una ráfaga de balas, según informaron.