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La primera situación incómoda tuvo lugar a tempranas horas cuando varios peregrinos que llegaron hasta la plazoleta vallada ya no pudieron ingresar al lugar desde minutos antes de las 07:00, hora en que estaba previsto el inicio de la misa. E
l motivo fue el excesivo ingreso de las personas al lugar. El obispo, monseñor Ricardo Valenzuela, pidió disculpas a todos por la limitación.
Fue al término de la eucaristía de esta mañana, que Valenzuela, se disculpó “por la incomodidad” que ocasiona el vallado colocado alrededor de la plazoleta del templo, cuyos portones se cierran minutos antes de cada misa para evitar el ingreso masivo de visitantes. Sin embargo, de todas formas, el lugar se colma de devotos todos los días, dando paso a una inevitable aglomeración.
Valenzuela aclaró que se avisó con tiempo que dichas vallas serían colocadas y que el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social aceptó la propuesta como medida de mitigación ya que seguimos en pandemia de la covid-19.
El obispo, también recalcó la importancia de llevar bien puesta la mascarilla y dijo que su uso es obligatorio así como del alcohol para la desinfección de las manos y objetos.
Además lamentó que los visitantes no respeten las marcas blancas pintadas en el piso de la plazoleta, que la organización de la festividad coloreó para que cada devoto se pose sobre la misma y de esta manera marcar distancia entre una persona y otra. Sin embargo, la aglomeración diaria es inevitable.
“Vamos a demostrarle al Señor nuestra obediencia. El lugar que nos tocó ahí vamos a permanecer. Porque sea como sea, igual vamos a llevarnos la bendición del Señor y el consuelo de María. Lo que importa es el corazón, no el lugar donde te toque”, dijo Ricardo Valenzuela al momento de expresar su preocupación ante la ineludible aglomeración.
Fuera de la basílica ya no usan barbijo
Durante el recorrido alrededor del templo, en la zona comercial, se pudo observar que las personas que se retiraban de la iglesia, inmediatamente se sacaban las mascarillas para recorrer las calles adyacentes. La misma situación se visualiza a diario en “Tupasy Ykua” donde las personas también se aglomeran.
Incluso muchos de los vendedores no respetan la medidas sanitarias exigidas por la cartera de Salud para evitar el contagio masivo del virus de la covid-19. Desde el primer día del novenario que se desarrolla en el marco de los festejos patronales de Caacupé, lamentablemente se observó que inconciencia reinante de los peregrinos.