Caacupé: laicos son llamados a testimoniar con el buen ejemplo siendo servidores de la Iglesia y la comunidad

En el octavo día del novenario en honor a la festividad de la Virgen de Caacupé y segundo domingo del adviento, el padre Osvaldo Duarte, provincial de los Redentoristas del Paraguay, presidió la misa de hoy e hizo un llamado especial a todos los laicos invitándolos “a dar testimonio de Jesucristo con coherencia de vida”. También pidió practicar constantemente la empatía.

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Bajo el lema “Llamados a dar testimonio de Jesucristo con coherencia de vida” se iniciaba la santa misa en este octavo día de novenario en Caacupé. Nuevamente, miles de devotos de todas las edades se congregaron en la plazoleta de la basílica, donde no respetaron las marcas dispuestas en el piso por los organizadores con el fin de guardar el distanciamiento en el marco de lucha contra el contagio del COVID-19, que sigue cobrándose muchas vidas en el país y en el mundo entero.

El padre Osvaldo Duarte, durante su homilía, dijo que “la presencia de los laicos en la Iglesia constituye una opción irreversible en la pastoral en el Paraguay y en el mundo”. Agregó que actualmente los laicos, especialmente los jóvenes, piden con fuerza mayor participación en la vida y en la gestión de la Iglesia.

“Es la hora del laicado en la Iglesia, un momento que no se puede desperdiciar. El compromiso es promover un laicado cada vez más consciente de la dignidad y de las responsabilidades bautismales, es esencial para una Iglesia que quiere responder a los desafíos del tercer milenio”, indicó en su prédica el religioso.

Al respecto, mencionó que el año 2022 será declarado como el año del laicado, año en que toda la Iglesia paraguaya estará reflexionando y haciendo un discernimiento sobre la vocación y la misión del laico en la Iglesia y en el mundo.

“Esa vocación de trabajar en la evangelización de la Iglesia no necesariamente exige conocimiento profundo de teología o razonamientos profundos, pero sí exige coraje, experiencia de Dios y coherencia de vida”, refirió el padre Duarte.

También recordó el mensaje de monseñor emérito Claudio Giménez, exobispo de Caacupé, quien celebró la misa de ayer: “Cuida el testimonio de tu vida porque quizás sea el único evangelio que tu hermano pueda leer”, inspirando a todos a vivir con respeto y dignidad para dar el buen ejemplo a los demás.

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El religioso también valoró a las personas “que no tienen la formación necesaria para leer e interpretar las sagradas escrituras, pero que llevan una vida intachable, ejemplar, una vida cristiana envidiable, porque observan y se inspiran en el testimonio de sus mayores. Así como el antitestimonio tiene incidencia en los demás, el buen testimonio, el testimonio noble, produce efectos y frutos muy efectivos”, reflexionó el padre.

Por otro lado, también se dirigió a los padres de familia y les aconsejó testimoniar con el mejor ejemplo posible para de esta manera formar la conciencia de sus hijos.

“Los padres de familia con sus testimonios pueden formar la conciencia de sus hijos, porque con el modo de corregir y perdonar al niño y de perdonarse entre sí mutuamente, el modo de hablar con respeto hacia los demás, de comportarse con el pobre cuando pide limosnas, con los comentarios que hacen ante las noticias del día frente a sus hijos, así los padres tienen la posibilidad cada día de dar testimonio de su fe. El alma de los niños es como una cartelera fotográfica: todo lo que vieron y escucharon en los largos años de su infancia reincidirá en ellos un día, se desarrollará y traerá sus frutos”, explicó.

Instó a practicar la gratuidad

El padre Osvaldo Duarte, provincial de los Redentoristas del Paraguay, invitó a todos a ser más empáticos y a practicar la “gratuidad”, es decir, “dar sin esperar recibir nada a cambio”, dijo. “Lo que recibieron gratis, denlo gratuitamente”, agregó.

“El que se cierra a la gratuidad llega a pensar ingenuamente que los pobres son peligrosos y que los poderosos son generosos benefactores de la sociedad. Solo una cultural social y política que se abra a la acogida gratuita podrá tener futuro. Más que la fuerza o la violencia, debemos testimoniar a través del diálogo que es posible la cultura del encuentro”, expresó el sacerdote.

Violencia solapada

Finalmente, el padre Osvaldo Duarte indicó que “hay también una violencia solapada, quienes desprecian al diferente sobre todo cuando los reclamos perjudican de algún modo sus propios intereses.”.

Explicó que “los cristianos discípulos de Jesucristo bajo ninguna circunstancia debemos reivindicar la violencia, ni aún alentar la lucha de clases, porque el cristiano siempre, a ejemplo de Jesucristo y por mandato de Cristo, debe ser pacífico y pacificador”, remató.

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