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Los enormes buracos aparecen en numerosos tramos de la ruta, en la zona de Concepción, pasando Loreto, Paso Horqueta, San Alfredo y Vallemí. La vía llega hasta la ciudad de San Lázaro, distante unos 6 kilómetros de Vallemí, en el extremo norte del primer departamento.
Existen zonas en donde ambos carriles de la ruta tienen baches, lo que hace muy peligroso transitar. Anteriormente el carril que tiene orientación de San Lázaro a Concepción era el que tenía los pozos; ahora aparecieron en los dos sentidos de esta vía.
Si bien el deterioro se da en numerosos puntos, los considerados más riesgosos, debido a sus tamaños, se encuentran pasando el río Aquidabán hacia San Alfredo. Allí se pueden citar por ejemplo los baches que están en el kilómetro 48, en donde los pozos no permiten circular de norte a sur.
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Los conductores deben indefectiblemente ingresar al carril contrario para poder circular, esto puede ser muy peligroso si es que se circula a gran velocidad y no se conoce la ruta.
Falta control
Según manifestaron los habituales usuarios de esta ruta, en la zona se suelen realizar controles de peso de los camiones de gran porte que transportan cemento, cal, piedra, entre otros. Es un puesto de control móvil, pero se debe tener uno fijo, mencionaron los conductores.
Se estima que la sobrecarga de los camiones es un factor determinante para la aparición de los baches.
Inaugurada en 2018
Los trabajos culminaron luego de alrededor de siete años de haberse iniciado las primeras tareas y fue inaugurada durante el gobierno de Horacio Cartes, en el año 2018.
De acuerdo a los datos, el nombre de la pavimentación de la ruta es “tratamiento superficial triple”, mientras que el de la banquina tiene un tratamiento “superficial doble”.
El costo por tramo
Según los datos, el Tramo 1 de 51 kilómetros fue realizado por el consorcio Tagatiyá, representado por Emilio Díaz de Vivar, a un costo de G. 133.832 millones.
La segunda sección de los trabajos tuvo una longitud de 60,06 kilómetros y fue encargada a la empresa “T y C SA”, de Francisco Griñó. Este sector fue presupuestado en G. 157.500 millones.
Mientras que el tercer tramo le correspondió a la empresa Benito Roggio e Hijos SA, representada por Emilio Gill. La longitud trabajada por la empresa vial fue de 58,02 kilómetros y el monto del contrato ascendió a G. 147.617 millones.