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Hasta ayer solo se tenían 260 casos de la variante ómicron del COVID-19 en 20 países, según confirmó el infectólogo Eugenio Báez Maldonado. El mismo resaltó que hasta el momento se indicó que la mayoría tiene cuadros leves y algunos hasta asintomáticos, pero no se conocen detalles de los pacientes, las edades, comorbilidades o más datos.
“La preocupación no viene porque sea más contagiosa o más grave, sino por el hecho de que sabemos que tiene una cantidad enorme de mutaciones, tres veces más que la delta, que desplazó con extrema facilidad a las otras cepas en menos de tres meses”, enfatizó.
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En ese sentido, explicó que la ómicron tiene 30 mutaciones y una de ellas ocurre en “las antenitas del virus donde se pegan los anticuerpos del virus que fueron formados como respuesta de una infección previa o por las vacunas”. Es por ello que el temor es que ómicron sea resistente a las vacunas y a los anticuerpos generados por una infección previa.
“Pero no tenemos todavía datos suficientes para saber cómo se va a comportar esta variante”, aclaró, debido al temor generalizado que ya existe ante la detección de esta variante nueva del COVID.
En ese sentido, indicó que la próxima semana se sabría el detalle de la variante ómicron y ya podrá hablarse de si el virus se ha fortalecido o si es igual a las anteriores cepas detectadas alrededor del mundo.
Explicó, por ejemplo, que en Israel, cuando se aplicó una tercera dosis ante el aumento de la variante delta, se generó un fenómeno llamativo de disminución masiva de casos. “El virus sufrió tantas mutaciones que aparentemente algunas fueron favorecedoras y el virus se autoextinguió”, puntualizó.
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Aclaró que no se sabe si este podría ser el caso de ómicron, pero mencionó el ejemplo para hablar sobre el comportamiento casi impredecible del virus.
Finalmente, recalcó que es probable que la enfermedad se caracterice por ser leve, pero eso solo se sabrá cuando se detecten muchos más casos y exista suficiente evidencia científica. Resaltó que hasta ahora ninguna de las variantes fueron más graves. “Esperemos que ómicron no sea la excepción”, agregó.
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