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Tanto la boda civil como religiosa de Justo Ramón Servín y Mónica Susana Chamorro se llevaron a cabo en el local de eventos Villa Jardín de Luque.
El festejo, que se inició antes del mediodía y continuó hasta entrada la noche, tuvo la actuación de varios grupos musicales locales e internacionales, según fuentes. Además, el surtido bufé consistió a los invitados con platos fríos y calientes, con una variada guarnición, bebidas de todo tipo, decoración con flores naturales, una gran lumínica, escenario para los artistas y más, formaron muchas otras ostentaciones.
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Servín – Chamorro contrataron los servicios de una jueza para la unión civil, pero la unión religiosa, oficiada en el mismo salón de eventos, estuvo a cargo del diácono castrense Pantaleón Báez, quien –según datos– vive en las inmediaciones.
En comunicación con el cura rector del Santuario Nuestra Señora del Rosario de Luque, monseñor Enrique Meyer, a cuya jurisdicción corresponde la zona donde está ubicado el salón de eventos, este manifestó que no otorgó ningún permiso para la realización de la boda religiosa en el sitio mencionado.
El religioso agregó que las bodas religiosas solo pueden ser celebradas en las capillas, parroquias o santuarios, previa gestión de todos los requisitos, verificaciones y averiguaciones correspondientes.
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“Yo no tengo ningún pedido y menos autoricé ese casamiento”, dijo Meyer y añadió que “solo en casos excepcionales” como riesgo de muerte o enfermedad terminal que impida el traslado de los novios hasta una iglesia, entre otras situaciones muy extremas que la Iglesia Católica consienta y autorice, se podrá llevar a cabo un sacramento fuera de un templo.
El párroco de Luque manifestó que el diácono celebrante del sacramento ya fue identificado como Pantaleón Báez, y que pertenece a la Unidad Castrense de la Fuerza Aérea. “Matrimonio inválido y parece que el novio es divorciado”, explicó monseñor Meyer. La Iglesia Católica no permite una segunda unión por iglesia luego de un divorcio.
La situación ya fue comunicada al vicario regional, padre Aldo Bernal, y el mismo elaborará un informe para el Vicarioto General del Arzobispado.
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Entre los invitados, según las fotografías a las que accedió ABC, aparecen la exdirectora de Cultura de la Municipalidad de Luque, Beatriz Arrúa; el exdirector de Salubridad, José González; la exdirectora de Asuntos Jurídicos, Victoria Sánchez; la actual directora de Codeni en Luque, Nadia Vázquez, todos del periodo de Carlos Echeverría (cartista).
También estaban, según las imágenes, Jorge Bogarín Alfonso, representante del gremio de abogados en el Consejo de la Magistratura, y el juez penal de Garantías Mirko Valinotti, quien fue centro de críticas por ser cercano al clan González Daher, además de Nelson “Pipino” Cuevas y su esposa Alicia Ramírez, entre otros.
El equipo de fútbol Kokonto, conformado por allegados a la familia González Daher, también estuvo presente, y en dicho grupo vuelven a aparecer Bogarín Alfonso y Valinotti.
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Justo Ramón Servín era hombre de extrema confianza del fallecido Óscar González Daher (OGD). Es funcionario de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) desde 1999, donde funge de director de Cargas Aéreas con un salario de G. 10.900.000. Es abogado, posee varias propiedades y una lujosa casa en el centro de Luque. En varias ocasiones, el mismo dijo que no todo lo que tiene es fruto de su trabajo, sino de una “herencia de su padre”.
En 2017, la Municipalidad de Luque, administrada por Carlos Echeverría, cartista, tercerizó el cobro de impuestos a la firma de dudosa procedencia, Consorcio Tributario de Diego Cardona. ABC descubrió que la empresa se instaló en una vivienda de Servín Sandoval, quien dijo que compró dicho inmueble “gracias a una herencia”.