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Nada, absolutamente nada se hizo para solucionar los graves problemas de infraestructura de la escuela Cerro Corá de Lambaré. Uno no sabe si ponerse a llorar mientras la vicedirectora nos cuenta que aquí estudian 520 niños.
Desde hace tres años, la escuela Cerro Corá de Lambaré tiene zonas clausuradas, aunque se habían destinado G. 348 millones para arreglo de techo. Los profesores esperaban que se solucionaran los problemas de infraestructura en estos dos años de pandemia, pero nunca se hizo nada desde los últimos trabajos en 2019.
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La vicedirectora Graciela Fernández no cree que puedan empezar con la presencialidad en 2022 porque solo tres aulas están en condiciones. La escuela no tiene muralla, ya que se derrumbó en junio de este año. No hay condiciones de infraestructura ni sanitarias; no hay baños ni agua.
G. 348 millones
Según la vicedirectora, G. 348 millones fueron destinados al arreglo de techo, parte eléctrica y baños sexados. Pero nada de eso se hizo.
Dijo: “Como estamos ahora mismo no estamos en condiciones lastimosamente de volver a las clases presenciales. Así como venimos arrastrando ya hace tres años, estamos en la misma situación”.
Y añadió: “Nosotros habíamos luchado todo lo que pudimos para que en este tiempo de pandemia esto se solucione. Pero lastimosamente estamos prácticamente a punto de entrar a diciembre de 2021 y seguimos así, y vemos lejos que iniciemos presencial en el 2022″.
Tiempo perdido
La autoridad escolar informó que “en estos dos años de pandemia 2020-2021 ni desde la municipalidad, ni desde el MEC no se hizo absolutamente nada para solucionar esto. Lo que hicimos es remitir nota tras nota, tanto en la Municipalidad como en Infraestructura del MEC”.
Y fue tajante al afirmar que “siempre acuden, llaman, vienen, pero hechos no hay. Seguimos con la promesa de la municipalidad, era un proyecto que estaba, el dinero estaba, pero quedó así, no sabemos nada del dinero. Hay muchos cambios también ahora”.
“Con el intendente actual nuevamente nos estamos comunicando para pedirle que esto se solucione”, comentó.
“Tenemos 520 alumnos, pero en este tiempo vinieron muy pocos niños, solamente el nivel inicial, el tercer grado, el sexto y noveno grado. El resto siguió en forma virtual hasta ahora”, graficó.
Y los quebrantos siguen: “Aulas clausuradas por fisuras de vigas, el cupií que agarra las aulas y no sabemos con qué gravedad ya está. Siempre mencionamos y hacemos el pedido de que nos reparen” justificó.
Según dijo, el proyecto de Fonacide es la parte eléctrica. “Vinieron a levantar informes la última vez de la municipalidad, en la parte eléctrica, más los baños sexados, y falta el de las nenas”.
Una mamá
Magdalena Bogarín es mamá de un alumno de esta escuela y visiblemente impactada refirió que es una pena esto. “Es lo primero que ellos tendrían que ver, solucionar todo, pero es lo último, no hay justificación, es una pena y una vergüenza además”.
Su hijo siguió las clases virtuales. “No hay condiciones para venir en forma presencial. No hay condiciones para que vengan los chicos, no le enviaría a mi hijo”, sentenció.
Con gran sentimiento de impotencia alertó: “La escuela se está por caer y es una pena; los padres tampoco podemos hacer milagros si no hay un acompañamiento de las autoridades, ellos reciben millones y no hacen nada, es una pena, nos utilizan”.
“Prometieron que la muralla se iba a reparar el día de las elecciones, y no cumplieron. Es una vergüenza”, finalizó.