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El presidente de la empresa estatal, Ernesto Benítez, informó que el molino de Engineering entró nuevamente en operación desde esta tarde y que en la fábrica de Villeta ya se está produciendo cemento puzolánico.
Esta máquina dejó de funcionar esta semana porque el transformador de corriente “se quemó totalmente”. Los técnicos de la planta trajeron piezas de un viejo transformador en desuso de Vallemí, que se adaptó al molino de Villeta, por lo que se trata de una solución “parche” y no se sabe hasta cuando funcionará.
Benítez señaló que las piezas colocadas “eran de un transformador que fue sustituido hace unos años en Vallemí” y que “siempre se dejan las piezas sanas por si se necesitan en otros sectores”.
Se le consultó si con esta solución “parche” se garantiza la funcionalidad del molino y mencionó que “las piezas que se colocaron son de buena calidad” y que “tienen sus años”, pero que “están en perfecto estado”. Al mismo tiempo, indicó que, mientras tanto, adquirirán “otros transformadores de reserva”.
Sin embargo, en el mercado local no hay repuestos del molino chino que proveyó la “superproveedora”. “Por lo pronto, sabemos que hay en China, pero estos pueden servir en último caso como back up de emergencia, ya que no son muy confiables. Estamos buscando algunas marcas más reconocidas por la calidad”, expresó.
Lo cierto es que los técnicos de la INC se ingeniaron para reparar el molino, porque Engineering, que proveyó la máquina, “hizo la vista gorda”. “El protocolo para recibir asistencia iba a hacernos demorar más tiempo. Los técnicos ya conocen el molino, saben lo que necesita y tienen conocimiento técnico y capacidad de sobra. Lo hicieron impecablemente y en tiempo récord. En la INC la experiencia es emocionante cada día”, respondió Benítez, cuando se le consultó si recibieron apoyo de la “superproveedora”.
La cementera tiene dos molinos para la producción de cemento en la planta de Villeta, pero solo el molino “nuevo” que suministró Engineering seguía operando, porque el motor del molino viejo se desmontó y fue llevado a Vallemí (Concepción), para producir clínker, ya que allí hubo fallas de otra de las maquinarias.
Justamente, la INC reactivó la producción de clínker el pasado fin de semana luego de reemplazar el motor averiado del molino de crudo de la línea industrial de Vallemí, para lo cual se llevó el motor del molino viejo de la planta de Villeta.
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Benítez recepcionó el molino de Engineering
El costoso molino “chino” que la llamada “superproveedora” del Estado, Engineering, entregó a la Industria Nacional del Cemento (INC) por US$ 12 millones no para de tener fallas y varias veces ya afectó a la producción. Esta máquina se compró con una parte de los US$ 80 millones provenientes de la colocación de bonos soberanos que recibió la estatal, durante el Gobierno del expresidente Horacio Cartes, y que debía mejorar la producción de la empresa, lo que no ocurre hasta ahora.
Diez sindicatos de la cementera estatal se reunieron ayer con el vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, a quien ya le informaron a través de una nota sobre la situación crítica de la estatal y le pidieron la destitución del titular de la cementera, a quien responsabilizan de los números negativos que arroja la empresa.
Pero desde el Gobierno estarían protegiendo a Benítez, justamente porque recepcionó el molino de Engineering, pese a los cuestionamientos. Esta empresa tiene vínculos en las altas esferas de este Gobierno, por lo que llegó a convertirse en una “superproveedora”.
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Según los datos, la empresa estatal registra una pérdida de casi G. 44.000 millones en lo que va de este año, mientras la deuda a corto plazo de la firma representa G. 443.671.219.169. En este sentido, los compromisos más importantes de la cementera tienen relación con obligaciones pendientes con proveedores (en moneda extranjera), que suman G. 80.669.743.059; con acreedores por productos a entregar, por G. 32.199.114.185; obligaciones con proveedores de bienes y servicios, G. 180.889.773.048; y financiamiento temporal de caja, que llega a G. 70.676.502.779.
Al parecer, el Gobierno de Mario Abdo Benítez hace la “vista gorda” a esta difícil situación financiera de la empresa y mantiene en el cargo al cuestionado presidente de la INC.