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Ayer fueron traídos vía aérea a Asunción los cuerpos de los cuatro terroristas de la ACA-EP abatidos el viernes último en la zona del Parque Nacional Paso Bravo, 25 kilómetros al suroeste del centro de Puentesiño, que a su vez queda 180 kilómetro al note de la ciudad de Concepción, que por su parte es la capital del Primer Departamento.
El fiscal Pablo Zárate confirmó en la base aérea de Concepción, antes del despegue, que dos de los criminales ya están identificados plenamente.
Ellos son Víctor Maríz Domínguez, de 51 años, quien registraba orden de captura por homicidio y abigeato, y Emiliano Romero Valiente, de 23 años, sin antecedentes pero con varias quejas por delitos menores en la zona de Puentesiño.
Los otros dos ultimados, cuyas identidades serán confirmadas hoy, serían Elizandro Balbuena Maríz, de 22 años, y Fredy Florenciano Campuzano, de 19 años.
Elizandro era sobrino de Víctor y a la vez hermanastro de Fredy.
Dos de los cuatro criminales tenían tatuajes recientemente hechos con la inscripción ACA-EP.
Entre las evidencias encontradas en la escena del crimen, resaltan un fusil Galil calibre 5.56, que fue robado en la noche del 3 de agosto pasado, cuando los terroristas asesinaron a dos policías de la comisaría de San Alfredo y a un guardia de seguridad de la estancia San Fernando de la misma ciudad, en una emboscada perpetrada sobre la Ruta PY22.
También fue recuperado un fusil tipo AK-47, una pistola y un revólver, así como cargadores, municiones y algunos cuadernos con anotaciones.
Mentiras
El comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), capitán de navío Oscar Chamorro, dijo el viernes de noche en una conferencia de prensa que los cuatro criminales fueron eliminados en dos “eventos” consecutivos, al referirse a supuestos enfrentamientos entre la ACA-EP y los elementos de las fuerzas especiales que fueron “infiltrados” en la zona.
Según el comandante de la FTC, los militares a su cargo llegaron a los terroristas de la ACA-EP gracias a una “información muy bien lograda de los órganos de inteligencia”.
Dicha versión fue certificada por el jefe directo de Chamorro, el coronel Narciso Domingo López Basualdo, quien a su vez es el comandante del CODI.
Sin embargo, ayer se filtró de fuentes del Poder Ejecutivo que el asesinato de los cuatro terroristas de la ACA-EP en realidad fue perpetrado por integrantes de una red de narcotraficantes comandada por un tal Galo.
De hecho, el propio presidente, Mario Abdo Benítez, ya habría sido informado de la verdad, pero no hubo ningún pronunciamiento al respecto.
El 1 de octubre pasado, el CODI mató por error a un cazador confundido con terroristas, en San Alfredo.