Cargando...
El contrabando y la desidia de las autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) encabezado por el Ing. Moisés Bertoni y la Unidad Interinstitucional de Prevención y Combate al Contrabando (UIC) a cargo de Emilio Fuster dejan en vilo a los tomateros del país y ponen en peligro la economía sostenible de las pequeñas familias productoras del campo.
El representante de los productores del distrito de 3 de Febrero, Francisco Meza, comentó que la localidad es netamente productora de tomate y por día producen unos 50.000 kilos que deberían ser comercializados en forma constante en el Mercado de abasto de Asunción. Sin embargo, la última vez que se vendió un poco del producto fue el viernes de la semana pasada y desde ese entonces existe una gran acumulación que están a punto de pudrirse.
El productor del distrito de Vaquería José Domingo González comentó que el contrabando fue institucionalizado en el país y que todas las autoridades nacionales están metidas en el flagelo. Indicó que por años lucharon para que el contrabando sea criminalizado; sin embargo, hoy en día, la ley es letra muerta y la justicia está ciega ante este mal. Indicó que tan solo en el distrito, son comercializados diariamente unos 10.000 kilos de tomate y que muchos agricultores ya están perdiendo sus productos.
El agricultor del distrito de Caaguazú Enrique Martínez dijo que la situación crediticia de los productores es crítica. Indicó que tan solo en su finca tiene unos 3.000 kilos de tomate que están a punto de pudrirse y que hoy en día está ofertando a G. 2000 el kilo en finca, muy por debajo del precio de producción, pero pese a la situación, nadie viene a comprar. Indicó que tiene una deuda de unos G. 40 millones que pagar y con esta realidad no sabe cómo solventar sus créditos.
El panorama de los agricultores no es nada alentador, en vista de que, días atrás sufrieron pérdidas millonarias en sus fincas a causa de fuertes temporales que azotaron la región. Ahora con la poca venta y el bajo precio de los productos, deja en una situación difícil a la gente del campo.
Se estima que tan solo en el departamento de Caaguazú, se producen unos 600.000 kilos de tomate por día, y si no son comercializados en los próximos días, las pérdidas podrían ser millonarias y catastróficas para los agricultores.