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Sobre las fotos que llegaron a nuestra redacción, que revelan la existencia de fisuras en la base de la estructura de hormigón que se está construyendo en los inicios de la obra de Aña Cuá, el ingeniero Carlos Yorg, responsable de la margen derecha del proyecto, reconoció que estas grietas existen, pero sostuvo que no hay manifestaciones de movimientos laterales de los taludes bajo la estructura en construcción.
Explicó que están al tanto de la existencia de las hendiduras y detalló que el proceso de excavación en rocas lo terminaron hace días, excavando casi 245.000 metros cúbicos de rocas y llegando a una profundidad de casi 35 metros.
Explicó que la obra ahora mismo se encuentra en el proceso de hormigonado de restitución y nivelación de la fundación de la nave de montaje. Este es el lugar donde posteriormente se montarán las máquinas.
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Esta es la base de la obra
Aclaró que las obras principales aún no arrancaron, sino que esa zona servirá de plataforma de montaje de las piezas de la unidad de generación.
Con respecto a las rajaduras halladas, el ingeniero Yorg dijo que el análisis preliminar les lleva a pensar que hay un reacomodo de la estructura de macizo rocoso como consecuencia de la excavación masiva que hicieron en la parte central, hecho que, según aseguró, “es común en este tipo de excavaciones. Esta es una obra grande, compleja, de gran magnitud”.
Ahora, el siguiente paso es hacer una auditoría técnica para precisar la causa del fenómeno. Especificó que este estudio se hará previamente a la continuación del hormigonado en el sector.
Están fiscalizando
Afirmó que no minimizan el hecho y que existe un gabinete técnico que les está asistiendo en el proyecto, además de una fiscalización responsable del control de calidad de los trabajos.
Aseveró que se harán las correcciones que se tengan que hacer y que “no hay nada que ocultar”.
“Estas obras son grandes, dinámicas y ocurren dificultades durante el proceso de construcción. Se toman medidas correctivas y se avanza. No se va a demoler absolutamente nada”, sostuvo. Aseguró que estas fisuras no se debieron a la falta de cemento ni de aditivo, pues las plantas de hormigón producen una determinada mezcla en forma automática; por tanto, lo que se utiliza en la obra es una mezcla ya aprobada.
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Ante la consulta, afirmó que se está usando agua a una temperatura de 10°C para el hormigón estructural. Así también, aclaró que todas las piedras, la arena y el cemento fueron sometidos a ensayos aprobados por laboratorios paraguayos y argentinos, por lo que están habilitados para ser utilizados.
Resultados llegarían la próxima semana
Refirió que la semana que viene se tendría un resultado de la auditoría en cuanto al alcance de estas hendiduras.
Este proyecto en marcha es parte de la represa Yacyretá y un emprendimiento conjunto entre Argentina y Paraguay.
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La obra tiene un costo de US$ 330 millones. El proyecto Aña Cuá es el más importante que están encarando actualmente la EBY y el Gobierno y arrancó hace 16 meses. La fecha de culminación está prevista para el 2024.
El costo referencial, al principio, era de US$ 600 millones y finalmente lo que se adjudicó fueron US$ 330 millones. La obra está financiada con fondos propios provenientes de la venta de energía.