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A escasos 25 kilómetros del casco urbano de Fuerte Olimpo se tiene desde el lunes un incendio de grandes proporciones y, como no se cuenta con bomberos voluntarios en la zona, no se puede aplacar las llamas. Si bien los lugareños buscan la forma para apagar el fuego, la sequía no ayuda.
Desde el lugar conocido como San Francisco, hasta la mañana de este jueves, el fuego continuaba aun desplazándose hacia otros establecimientos ganaderos.
Los riachos y tajamares están completamente secos y la escasez de agua dificulta la vida en la zona.
Según el intendente Sergio Cuéllar, la falta de lluvias de grandes proporciones hace que no se cuente con agua y pasto en las estancias, lo que está produciendo la mortandad de un gran número de animales vacunos.
Los animales vacunos están muy desnutridos, precisamente por la falta del vital líquido y el alimento. Además, están en temporada de alumbramiento de los terneros y en estas condiciones de escasa fuerza que poseen las vacas fácilmente se produce la mortandad, refirió el jefe comunal.
Buscando salvar el ganado, algunos productores consiguen alquilar lugares donde existen tajamares con reserva de agua, para lo cual deben pagar un precio de G. 25.000 por cada animal de manera mensual, dijo el intendente.
Entre finales de setiembre y octubre se logró completar un promedio de 100 mm de lluvias en el distrito; sin embargo, solo cayeron en pequeñas cantidades y, tras unos días del intenso sol, de nuevo el panorama desolador arremete con todo.
El único camión cisterna de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), que estaba acarreando agua desde Fuerte Olimpo hasta a las poblaciones afectadas por la sequía, partió a la capital del país, por lo que hace 10 días se interrumpió esta ayuda y en estos momentos de nuevo se acrecienta el pedido de más de 2.000 pobladores que claman por el vital líquido.