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“La esporulación de la roya asiática de la soja (RAS) en hospederos alternos como Kudzu (Pueraria lobata) y en soja guacha, son provenientes de infecciones que sobrevivieron al invierno dentro del tejido de la planta”, dijo. “El productor debe estar preocupado cuando se inician infecciones en su cultivo de soja, y por ahora debe estar atento a su cultivo, considerando que las esporulaciones en el Kudzu y sojas guachas están liberando inóculo que, de presentarse las condiciones ambientales favorables, causaran nuevas infecciones”, añadió.
Combinaciones para el control y pérdidas
“Si hablamos en términos de control químico, donde el protioconazole es el triazol más reciente y eficaz, que se mezcla con una estrobirulina, que podrían ser pyraclostrobin, picoxystrobin, o trifloxystrobin, en combinación con las carboxamidas en este caso, bixafen, fluxapyroxad o benzovindiflupyr. Sin embargo, debido a la aparición de poblaciones de la roya resistente a los fungicidas, los productores se vieron obligados a combinar esta triple mezcla con los multisitios como el mancozed y el clorotalonil”, explicó a continuación. “Esta enfermedad puede causar pérdidas significativas del rendimiento que varían de 10 a 90%. En los trabajos que hemos realizado encontramos que la reducción de la productividad puede alcanzar los 1500 Kg/ha”, puntualizó.
¿Es la misma roya de siempre o puede cambiar?
“El causante de la roya asiática de la soja es un patógeno policíclico que tiene la habilidad de producir una descendencia con características diferentes a la de su antecesor debido a constantes mutaciones. Esto quiere decir que las poblaciones de Phakopsora pachyrhizi son diferente cada año y en cada región. No se puede hablar de una sola cepa”, expuso Maidana.
Recomendación
“Para evitar grandes pérdidas de la productividad, el monitoreo es una práctica fundamental. Esta consiste en entrar a la parcela, establecer puntos dentro de ella (unos 10 puntos), seleccionar 2 a 5 plantas y observar si hay síntomas en los foliolos. Normalmente, los síntomas se manifiestan primero en las hojas del estrato inferior. En nuestro país no están determinados los umbrales económicos de la roya, sin embargo, cuando existe incidencia de menos de 1% de la enfermedad, se pueden iniciar las aplicaciones de fungicidas”, finalizó.