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Mientras tanto, se están mapeando todos los escenarios, incluido aquel en el que los países podrán comercializar libremente la energía generada, añade el material publicado el pasado 26 de octubre, en el citado medio.
En ese sentido, cabe recordar que la Cancillería paraguaya había solicitado el año pasado el inicio de la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú y la única respuesta que recibió desde entonces fue este año, cuando el entonces canciller del Brasil, Ernesto Araújo, dijo que Brasil estaba en condiciones de iniciar las discusiones sobre la revisión, de manera presencial, en el más breve plazo posible. Sin embargo, se aclaraba en medios de comunicación brasileños que eso estaba sujeto a cuando “las circunstancia creadas por la pandemia, mínimamente lo permitan”.
“Estamos construyendo escenarios para las diversas posibilidades que pueden ocurrir”, agregó recientemente el general Ferreira. Añadió que, aunque existe la preocupación de que Brasil llegue tarde, está haciendo lo correcto. “No consideramos bueno empezar [a negociar] demasiado pronto, lo ideal es realizar la negociación a partir del 2023 en adelante. Hasta entonces, se construirán los escenarios“, afirmó.
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La publicación resalta que en una conferencia de prensa durante una visita de periodistas a la central, Ferreira dijo que el tratado firmado entre Brasil y Paraguay determinaba que el Anexo C se renegociaría 50 años después de su firma, en 1973, y no hasta 50 años después. “La revisión se puede realizar a partir de 2023″, indicó.
Asimismo, mencionó que es evidente que el negociador es el Ministerio de Relaciones Exteriores, que tendrá lineamientos de acuerdo con el gobierno federal para la ocasión, pero que necesita recibir información técnica de todos los que participan en el proceso.
“En este contexto, Itaipú participa en el grupo de trabajo creado por el Ministerio de Minas y Energía para apoyar a Itamaraty en la conducción de las negociaciones”, agrega el texto periodístico.
Indican que con el vencimiento del Anexo C en 2023 se inició la discusión sobre la posibilidad de que Paraguay dejara de ceder parte de su energía a Brasil, prefiriendo alternativas como la venta en el mercado libre o promoviendo la instalación de industrias electrointensivas en el país,. Al respecto, el director general brasileño de la entidad dijo que no puede tener una opinión personal en este caso, pero destacó que se están discutiendo todos los escenarios.
“Sabemos, inclusive desde los medios paraguayos, que hay interrogantes sobre la venta libre de energía en Brasil o también en Argentina, que el tratado no permite hoy. Entiendo que no puedo ni debo participar en esta negociación emitiendo una opinión, necesitamos mantener la armonía dentro de la empresa. Pero afirmo que nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores está consciente de todo esto, apoyado por el MME (Ministerio de Minas y Energía) y por el grupo de trabajo organizado para apoyar la negociación“, alegó Ferreira.
Preguntado si el escenario en el que Paraguay vende libremente su energía será presentado y debatido entre las cancillerías de los dos países, Ferreira mencionó que para el directorio y los empleados de Itaipú, “esto no hace ninguna diferencia. Nos adaptaremos y seguramente incluso tendremos que crear un nuevo directorio o superintendencia dentro de nuestra estructura, enfocado en el comercio de energía. También lo pensamos, tenemos que responder rápido“, añadió y agregó que el cambio que debería surgir de la negociación del Anexo C es la forma en que se distribuye y remunera la energía de Itaipú, también indica el material periodístico, dado que se paga por potencia y no por la energía actualmente.
Un aspecto, que está generando la discusión sobre Itaipú en este momento es que el general Ferreira sostuvo que una vez completado el pago de la deuda, se espera que la tarifa, que actualmente es de US$ 22,60 por kW, sea menor, ya que ya no incluirá el pago de la deuda.
Asimismo, la negociación del Tratado de Itaipú también debe plantear la posibilidad de que la planta binacional explore más que el potencial hídrico del río Paraná, pudiendo ampliar la generación de energía con otras alternativas, como la instalación de paneles solares en el embalse.
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