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Mabel Sánchez, presidenta del comité, cuenta que veinte mujeres se organizan para realizar la feria cada semana, divididas en dos grupos.
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“Nos turnamos, a diez compañeras les toca una semana y a las otras diez la siguiente. Ofrecemos verduras y frutas frescas y más baratas, son productos sanos, sin ningún tipo de agroquímicos, y desde finales de julio estamos en el puesto cada semana, eso hace que la gente ya nos conozca y se acerque”.
Por su parte, Marlene Villalba, comunicadora y socia del comité, indicó que hasta hoy se ha ganado suficiente experiencia en todo el proceso, “desde la preparación de nuestros productos hasta montar el espacio para la feria, y vender, que es otro paso interesante”, acotó. “Para nosotras esto es muy importante y nos alegra porque se da en medio de un encuentro comunitario”.
La feria también es un momento propicio para dialogar con el consumidor y generar el cambio de consciencia que se busca con el consumo sostenible.
“Nos damos cuenta de que la gente está eligiendo productos orgánicos y con perspectiva agroecológica porque eso al final repercute en la salud de las personas”, comenta Marlene, porque eso también genera la feria, oportunidad de hablar sobre los productos que se exhiben, que son más sanos por todo el proceso que implica curar la tierra, asociar diversidad de cultivos, el uso de remedios caseros para el cuidado de las plantas y como control biológico.
Delivery disponible en la zona y redes sociales
Marlene informó que la feria cuenta con una página en Facebook e Instagram para mostrar los productos que serán comercializados y también el proceso del trabajo que implica la producción. También fueron habilitados dos números de WhatsApp para hacer pedidos: 0983 183-295 y 0983 117-382.
“Preparamos canastas agroecológicas y enviamos por zonas cercanas, estos días fue enviado un pedido a Pirapó, otro se fue hasta María Auxiliadora y en Asunción nos pidieron encomienda de ajo”, indicó la comunicadora.
“La gente nos pide que sea itinerante la feria, hay interés y esto nos anima a seguir produciendo, a fortalecer el espacio a favor de la alimentación sana desde el comercio justo”, finalizó.
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Tiempo de cosecha
En el marco del proyecto de empoderamiento social y económico de las mujeres, que cuenta con el apoyo de SPG y Paraguay Orgánico, las mujeres campesinas se enfocan en la producción y venta de hierbas medicinales, en un principio de ka’a he’ê (stevia) y cedrón Paraguay, además de la elaboración de huertas con enfoque agroecológico mediante la gestión sostenible de los bienes naturales.
“Actualmente estamos en etapa de corte y de cosecha de estas plantas, después tenemos que secar y destallar, contamos con un mercado seguro, por eso vale la pena todo el sacrificio”, contó Mabel.
“Hace poco llovió mucho por aquí, la granizada pudo haber destruido nuestros cultivos, pero por suerte no pasó porque todas las fincas de las socias cuentan con media sombra y eso amortiguó el impacto”, dijo.
Al respecto, Marlene señaló que la tormenta había golpeado muy fuerte en la región y derribó varios árboles, por lo que están pensando en la reforestación con especies nativas para suplir esas pérdidas.
El comité de mujeres productoras “Oñondive” se creó en el año 2010 a instancia de lideresas de la zona que integraban la organización Conamuri.
Son mujeres que viven en los distritos de Edelira e Itapúa Poty del séptimo departamento y que se dedican al trabajo en las huertas desde una perspectiva política para fortalecer la soberanía alimentaria y la producción agroecológica, sosteniendo una relación amistosa con la biodiversidad y la promoción de la equidad de género.