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Se trata de Aldo Benítez Troche (25), quien fija residencia en el mencionado barrio, pero en los últimos meses permaneció oculto por la compañías periféricas de la ciudad gracias a la ayuda de los allegados.
Sin embargo, como el piki vóley era su única fuente de ingreso económico, el presunto violador se vio obligado a frecuentar estas canchas para conseguir un poco de efectivo que le permita sobrevivir.
Este dato llegó a oídos de los investigadores, que comenzaron a vigilar casi todos los lugares donde se practicaba este deporte con fuertes apuestas por cada equipo. Fue así, que el lunes último en horas de la tarde, los uniformados al mando del subcomisario Cristhian Toledo ubicaron a Benítez, quien estaba en medio de una partida de piki vóley.
Cuando el sospechoso se percató de la presencia de los agentes arrojó la pelota a un lado y comenzó a correr, lo que generó una persecución a pie, que se prolongó por varios metros, hasta que el ágil jugador fue rodeado y finalmente reducido por los agentes.
Según los antecedentes, el ahora detenido acompañado de un adolescente ingresaron en octubre del año pasado en una residencia de la zona, donde abusaron de dos niñas de 12 y 13 años, quienes habían quedado solas en el lugar momentáneamente. Desde aquella vez Benítez estaba prófugo; ahora falta capturar a su cómplice, quien ahora tendría unos 17 años, según informaron.