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Para el 30 de octubre se prevé la llegada a nuestro país, extraditado de Uruguay, del exbanquero José Peirano Basso, procesado por el desvío de 27 millones de dólares del quebrado Banco Alemán, que se registró hace 19 años. El imputado tiene que afrontar juicio por lesión de confianza y varios otros hechos punibles.
Sin embargo, atendiendo los recientes fallos firmados por los ministros de la Sala Penal, Carolina Llanes y Manuel Ramírez Candia, el procesado debe ser beneficiado con prescripción del hecho.
La postura de Llanes y Ramírez Candia es que una vez transcurrido el doble del plazo del hecho punible atribuido al encausado, corresponde la prescripción, independientemente a la interrupción que se pueda dar.
Peirano Basso está enjuiciado por lesión de confianza, cuya expectativa de pena (tipo base) es de hasta cinco años de cárcel. En consecuencia, la prescripción se registra a los diez años, sin importar que el exbanquero no haya podido ser extraditado por “circunstancias objetivamente insuperables”, como el proceso que enfrentó en el país vecino.
Llanes y Ramírez Candia dejaron sentada esta postura cuando declararon la prescripción del caso del exfiscal Roberto Velázquez, quien estuvo procesado por coima. Luego, esto fue ratificado por Llanes con la prescripción del proceso al exministro de la Secretaría de Emergencia Nacional Camilo Soares, condenado a 5 años de cárcel en juicio oral por lesión de confianza.
Los dos ministros integrantes de la Sala Penal ya prescribieron más de 30 causas y con ello beneficiaron a los acusados que chicanearon sus procesos penales.
Lo grave de la postura de Llanes y Ramírez Candia, que se contrapone a la de otros colegas, es que allana el camino para la impunidad masiva en casos de corrupción público y otros delitos.
Según fuentes, hace dos años fueron advertidos de esta situación, pero la Corte no tomó ninguna medida. En consecuencia, los responsables de las prescripciones son los ministros como cabeza del Poder Judicial.